Una vez más y de forma oficial, la Conferencia de Obispos Católicos de Canadá ha pedido perdón por los abusos en internados de indígenas del país regentados por la Iglesia Católica. “Muchas comunidades religiosas católicas y diócesis participaron en este sistema, que derivó en la supresión de los idiomas, la cultura y la espiritualidad indígena”, reconocen en una nota.
Tras el hallazgo de varias fosas con multitud de cuerpo, los prelados reconocen “los graves abusos que fueron cometidos por algunos miembros de nuestra comunidad católica, tanto físicos como psicológicos, emocionales, espirituales, culturales y sexuales”. Por ello, muestran su cercanía ante “el histórico y persistente trauma y el legado de sufrimiento y los desafíos que sufren los pueblos indígenas”.
“Junto a las entidades católicas que estuvieron directamente involucradas en la gestión de las escuelas y que ya han presentado sus sentidas disculpas, los obispos católicos de Canadá expresan su profundo remordimiento y se disculpan sin lugar a dudas”, señalan de forma tajante.
Tras la condena y las disculpas, los obispos muestras su total compromiso con el “proceso de sanación y reconciliación” al que contribuirán recogiendo fondos para iniciativas que busquen la reconciliación con los indígenas. Además, han mostrado su compromiso público “a continuar el trabajo de entregar documentación o historiales que apoyen en el proceso de documentación de los enterrados en tumbas no marcadas”.
Aunque los prelados abren la puerta a una invitación al papa Francisco a visitar el país –reclamación del Ejecutivo de Justin Trudeau, en pleno proceso electoral–; la jefa de la Asamblea Nacional de Primeras Naciones, RoseAnne Archibald, ha criticado que esta visita papal no se haya concretado con fechas en la agenda papal. Para los políticos, aunque alaban la iniciativa de los obispos, la petición de perdón De Francisco en tierras canadienses es un paso incuestionable en la reconciliación.