El sacerdote y periodista estadounidense Thomas Reese ha establecido las normas fundamentales para ser crítico con el Pontífice sin caer en las faltas de respeto
No ha sido el primer Papa en ser criticado. Sin embargo, durante su visita a los jesuitas en Eslovaquia, Francisco mostró su dolor ante el hecho de que haya “un gran canal de televisión católico que no duda en hablar continuamente mal del Papa”. Los periodistas del Vaticano identificaron inmediatamente a la empresa de medios estadounidense como EWTN. “Personalmente merezco ataques e insultos porque soy un pecador”, decía el Papa a sus hermanos de la Compañía de Jesús, “pero la iglesia no los merece. Son obra del diablo”.
Ante esto, y basándose en la propuesta hecha en las ‘Reglas para pensar con la Iglesia’ por san Ignacio de Loyola en sus Ejercicios Espirituales, el jesuita y periodista estadounidense Thomas Reese ha establecido las cinco normas fundamentales para “estar en desacuerdo” con el Papa sin dejar, por ello, de ser buen católico, y que ha publicado en Religion News Service.
“Llamar a Benedicto ‘rottweiler’, ‘pastor alemán’ o ‘el inquisidor’ es cruzar la línea”, dice el sacerdote, “al igual que los insultos étnicos contra él y Juan Pablo II”. Asimismo, apunta que “referirse a Francisco como poco ortodoxo o hereje es inaceptable”, ya que “el sarcasmo y el discurso de odio no tienen cabida en la Iglesia”.
“Tuve serios desacuerdos con Juan Pablo II y Benedicto, pero siempre elogié a Juan Pablo II por su papel en la liberación de Polonia y Europa del Este, así como por sus esfuerzos por mejorar las relaciones entre católicos y judíos”, explica el sacerdote. “Ambos papas apoyaron y desarrollaron la enseñanza social de la Iglesia, y bajo Benedicto XVI la Iglesia comenzó a tomar conciencia del medio ambiente”, recuerda
“No te limites a decir que el Papa odia a las mujeres o a los homosexuales o que quiere destruir la Iglesia”. Lo “ideal”, en este caso, sería conocer tanto la posición del Papa como para poder argumentarla “mejor que él mismo”.
“Toma una respiración profunda. Cuenta hasta 10 o 100. Siéntate ante el borrador durante 24 horas. Habla con una persona sabia antes de actuar. Ten especial cuidado al tuitear”, dice.
“Si la respuesta es no, no lo hagas”, apunta, porque “la Iglesia es una familia. Las peleas familiares son las peores. Nuestro objetivo debe ser reconciliadores, no divisores”.