Los obispos chilenos lamentan el avance del proyecto de despenalización del aborto

El Comité Permanente reitera su defensa de la vida como el primero de los derechos humanos

Los obispos chilenos lamentan el avance del proyecto de despenalización del aborto

En declaración pública titulada “Ante el Proyecto de Ley que despenaliza el aborto”, el Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile (CECh) fija la posición de la Iglesia.



Inician esa declaración afirmando que “el valor de la vida y la dignidad de la persona humana son un fundamento esencial e irrenunciable de la vida en la sociedad. Como nos recuerda el Papa Francisco, “la defensa de la vida por nacer está íntimamente ligada a la defensa de cualquier derecho humano” (Evangelii Gaudium, 213), y el primero de los derechos humanos es el derecho a la vida, que ha de ser respetada desde la concepción hasta la muerte natural. Por eso, no matar deliberada y directamente al inocente es un absoluto moral cuyo reconocimiento y protección resulta indispensable para la vida en comunidad”.

Nuevo paso hacia la despenalización

Esta declaración expresa la posición de la Iglesia frente al proyecto de ley para despenalizar el aborto hasta los 14 meses de gestación que, en el día de ayer, aprobó la Cámara de Diputados y Diputadas

Después de un proceso de 4 horas de discusión y el trabajo previo en comisiones, el pleno de la Cámara llevó a votación el proyecto. El resultado era incierto hasta el último momento debido a la incertidumbre de los votos de parlamentarios de la Democracia Cristiana, que votaron divididos. Finalmente, por 75 votos a favor, 68 en contra y 2 abstenciones, se visó la idea de legislar el proyecto de ley que establece la despenalización del aborto consentido por la mujer hasta las 14 semanas de gestación. Ahora vuelve a la Comisión de Mujeres y Equidad de Género para continuar con su discusión en particular.

En 2015, el Congreso aprobó despenalizar el aborto en tres causales: inviabilidad fetal, riesgo de muerte de la mujer y en embarazos producto de una violación. En esa ocasión los obispos habían expresado también su rechazo al proyecto de ley y su temor a que fuera el primer paso hacia una despenalización más amplia.

Ahora, los obispos recuerdan el mensaje de la Conferencia Episcopal de Chile difundido en esa ocasión con el título de “El derecho humano a la vida, una vida digna para todos”. En su declaración de hoy los obispos recuerdan: “como lo señalamos en el año 2015, “la ciencia biológica confirma que desde el momento de la fecundación se inicia una nueva vida humana, distinta a la del padre y a la de la madre, que en un proceso continuo, gradual y autónomo, se irá desarrollando en el tiempo. Cobijado y dependiente de la madre, no es sin embargo parte del cuerpo de ella, sino otro ser, por lo que su individualidad debe ser respetada”.

La dignidad que les es propia

“Este respeto incondicional a la vida humana, agregan los obispos, es lo que debe guiar cualquier consideración ética, legislativa, humana y sanitaria ante la realidad de un embarazo no deseado. Está claro que hay situaciones humanas complejas, y a veces dramáticas, que pueden surgir de un embarazo. Pero nada de ello se soluciona con la eliminación deliberada de un ser humano indefenso e inocente. El talante de una sociedad se mide en la capacidad de hacerse cargo de los más débiles, los que siempre han de ser tratados en virtud de la dignidad que les es propia, y no de intentar solucionar los problemas por medio de la violencia”, afirma el Comité Permanente de los obispos chilenos.

La declaración reitera el temor de que esta legislación se vaya ampliando. “Sabemos que las legislaciones pro aborto parten, a menudo, planteándose como una excepción, sosteniendo la interrupción del embarazo para casos excepcionales, como se sostuvo por ejemplo al aprobar la ley del aborto en tres causales. Pero la experiencia nos dice que se termina afirmando un “derecho al aborto” y la primacía de los derechos sexuales y reproductivos de la mujer, ignorándose del todo la existencia y los derechos de otro ser humano. Se crea una mentalidad contraria a la vida de la persona engendrada, como si el niño fuera una cosa o un enemigo, y no un ser humano, maravilloso don de Dios”.

Actuar desde nuestras convicciones de fe

A continuación, los obispos insisten en poner el centro en la dignidad humana: “Como lo señalamos días atrás a propósito de los inmigrantes y la situación vivida en Iquique, si la dignidad de la persona humana no queda a salvo y, por el contrario, consideramos a algunos menos valiosos o descartables, no hay futuro ni para la fraternidad ni para la sobrevivencia de la humanidad”, afirman citando al papa Francisco en su encíclica Fratelli Tutti.

La declaración concluye llamando a los católicos “a actuar en la vida pública desde nuestras convicciones de fe y desde los argumentos de la razón” y “les recordamos que la inmoralidad del aborto se encuentra entre las enseñanzas constantes de la Iglesia”.

Finalmente, rezan para que Dios “ilumine la conciencia y los corazones de quienes deben tomar decisiones en favor del bien común, para que defiendan siempre a los más vulnerables”.

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