Miguel Cabrejos, arzobispo de Trujillo y presidente de la Conferencia de Obispos del Perú, ha ensalzado la figura del Señor de los Milagros, una devoción de centurias, que data desde 1687 cuando se realizó la primera procesión por el llamado Cristo Moreno.
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Por ello octubre es considerado por muchos peruanos devotos, el mes morado, puesto que en las procesiones más grandes de América Latina –en pago de promesas al Cristo moreno– visten indumentarias de este color.
Al respecto, Cabrejos ha señalado que “quiso Dios que en 1651 Pedro Dalcón o Benito, esclavo proveniente de Angola, pintara la sagrada imagen del Cristo crucificado en un templo improvisado del barrio de Pachacamilla, con el propósito de alentar la fe de sus hermanos esclavos, organizados en una cofradía, sus hermanos más necesitados y vulnerables de su tiempo”
Prodigios por el pueblo peruano
Luego del terremoto de 1655 que devastó la ciudad de Lima “el muro donde estaba pintada esta bendita imagen” quedó intacto, momento en el que comenzó la devoción con mayor fuerza.
“Los prodigios se sucedieron, a tal punto que se autorizó su culto y el 14 de septiembre de 1671” y “muy pronto la devoción se extendió más allá de Lima para hacerse presente hasta en los más extremos rincones de nuestra patria”, acotó.
Por ello “cada mes de octubre podemos ver en todas nuestras ciudades y pueblos a miles de niños, jóvenes, mujeres y adultos, contemplando con inquebrantable fe el paso del Señor, mientras le cantan: ‘Señor de los Milagros, a ti venimos en procesión tus fieles devotos, a implorar tu bendición’”.
Foto: Shutterstock