“Lejos de ser utópico, eso tiene el realismo comprometido que da lugar a esperanza”. Es la reflexión que lanza el cardenal jesuita Michael Czerny, justo un año después de que el Papa Francisco firmara en Asís la encíclica ‘Fratelli tutti’, convertida ya en un referente como hoja de ruta ‘en cristiano’ para esta era post pandemia.
Así lo manifiesta en una entrevista para el diario La Razón el subsecretario de la sección Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano e Integral. “Si leemos realmente ‘Fratelli tutti’ con el corazón, no nos plantearíamos si la fraternidad es una utopía irrealizable”, expone el purpurado responsable de aterrizar este documento magisterial.
“Cuando se afronta un gran reto como este, es imperativo responder inmediatamente con fe y esperanza, y con gran generosidad”, señala entusiasmado sobre su cometido el religioso. Prueba de ello es la creatividad mostrada por el Dicasterio a la hora de dar a conocer ‘Fratelli tutti’.
De hecho, se trata de la primera vez que una encíclica cuenta con una campaña virtual de difusión, especialmente en redes sociales, un proyecto en el que han colaborado unas 300 entidades para explicar qué es y cómo hacer realidad la fraternidad universal y la amistad social. De esta iniciativa pionera da fe Marta Isabel González, oficial vaticana responsable de Comunicación y Prensa en el Dicasterio: “Esta campaña está en la línea de la comunicación actual, colaborativa, abierta y dentro de una iglesia sinodal, como pide el Papa Francisco”.
Precisamente esa conciencia de apertura es la que transmite Michael Czerny en una entrevista en la que hace un llamamiento a promover el diálogo interreligioso: “La amistad social entre musulmanes y católicos no sólo es posible y satisfactoria, sino que es indispensable para asumir responsablemente los enormes retos de un mundo global y disfrutar de las innumerables riquezas de un mundo intercultural”.
¿Qué le diría el cardenal Czerny a quien piensa que esta encíclica y que Francisco es anticapitalista y populista? “Lo invitaría a leer y releer la encíclica, con calma, y a escuchar al Papa Francisco, en lugar de caer en etiquetas que poco ayudan”, recomienda el jesuita, para quien basta con la parábola del Buen Samaritano para comprender las coordenadas en las que se mueve el pontífice argentino.
Desde esta mirada asume que Francisco incomode a unos y a otros: “La voz de denuncia de Jesús incomoda. La parábola del Buen Samaritano con sus implicaciones sociales, políticas y económicas incomoda”.
Además, el subsecretario vaticano echa un guante a los políticos, tal y como hace el Papa en la encíclica. Así, considera que, hoy por hoy, “hay muchos políticos cuyos nombres son pocos conocidos, porque viven su vocación no para promover sus propios intereses, sino como servicio al bien común. En todos lados puede haber alguien, a quien le toque gobernar, que sabe escuchar el punto de vista del otro facilitando que todos tengan un espacio”.