Tres soldados de la Guardia Suiza han sido suspendidos al no haber recibido la pauta completa de vacunación contra la Covid-19 después de que el pasado 1 de octubre entrase en vigor el decreto de la Santa Sede por el cual no se admite la entrada a quienes no dispongan del ‘green pass’ o de una prueba diagnóstica negativa. Del mismo modo, otros tres han presentado su renuncia al negarse a recibir la vacuna.
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El portavoz de la Guardia Suiza, Urs Breitenmoser, ha explicado la situación al periódico suizo Tribune de Geneve, y ha apuntado que los tres soldados han quedado suspendidos de sus funciones y de su sueldo hasta que hayan recibido las dos dosis. Por otro lado, los otros tres han abandonado la guardia del Papa de forma voluntaria.
Restricciones a los empleados
El Estado más pequeño del mundo se convertía, así, el pasado 1 de octubre, en el más estricto con la vacunación, pues, según el decreto publicado a finales de septiembre y firmado por el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, los empleados que no cuenten con el certificado de vacunación (green pass) no podrán acudir a su puesto de trabajo y la ausencia se considerará injustificada, por lo que no percibirán su salario.
Todos los empleados de la Curia romana que no tengan el ‘green pass’ deberán aportar la certificación de haber superado la enfermedad o una prueba diagnóstica negativa con una frecuencia que determinará la Dirección de Sanidad e Higiene de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, cuyo coste no será cubierto en ningún caso por el Vaticano.