El juez Giuseppe Pignatone, presidente del Tribunal del Estado de la Ciudad del Vaticano, anunciará en una audiencia prevista para este miércoles a las 9,30 horas qué rumbo sigue el proceso motivado por las supuestas irregularidades financieras cometidas por la Secretaría de Estado de la Santa Sede. Entre los diez imputados en este proceso por malversación y fraude en el uso de los fondos reservados hay un cardenal. Se trata del italiano Angelo Becciu, uno de los hombres más influyentes de la Curia romana en los primeros años de pontificado de Jorge Mario Bergoglio por su posición como sustituto de la Secretaría de Estado.
- ?️ El Podcast de Vida Nueva: Herejes y profetas de la Liberación
- ¿Quieres recibir gratis por WhatsApp las mejores noticias de Vida Nueva? Pincha aquí
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
En la sesión celebrada esta mañana en una sala de los Museos Vaticanos, un espacio más amplio que las dependencias del Tribunal, el fiscal adjunto Alessandro Diddi pidió a Pignatone que el proceso vuelva a la fase de instrucción para satisfacer las demandas de los abogados de los imputados, algunos de los cuales aún no han sido interrogados. “Queremos dar un testimonio concreto de que no queremos pisotear esos derechos”, manifestó Diddi, que también rechazó las informaciones aparecidas en algunos diarios acerca de que el juicio estaría basado en pruebas falsas.
Alteración del orden procesal
Los representantes legales de los acusados, entre los que está René Brülhart y Tommaso di Ruzza, expresidente y exdirector de la Autoridad de Supervisión Financiera (AIF) del Vaticano, exigieron la nulidad de la imputación de sus defendidos debido a la supuesta alteración del orden procesal cometido por la Fiscalía vaticana, comandada por Gian Piero Milano, que no estuvo presente en la audiencia de este martes.
En particular, denunciaron que la acusación no ha presentado la totalidad del sumario, como le exigió Pignatone en la primera audiencia, celebrada el pasado 27 de julio. Milano y Diddi tenían que haberlo hecho antes del 9 de agosto. Los letrados quieren principalmente tener acceso a las varias horas de grabaciones en video de la declaración realizada por Alberto Perlasca, exjefe de la Oficina Administrativa de la Primera Sección de la Secretaría de Estado.
El testimonio de Perlasca, clave
El testimonio de Perlasca, que pasó de imputado a testigo gracias a su colaboración con la acusación, es la prueba clave del proceso. Al parecer fue entrevistado cinco veces y sin presencia de su abogado. Pese a la insistencia de los letrados de la defensa por tener acceso a la transcripción total de su declaración y al video de la misma, la Fiscalía solo les habría hecho llegar un resumen.
Diddi justificó esta decisión por la necesidad de “tutelar la privacidad”, sin aclarar si se refería a la del propio Perlasca o a la de otras personas que el antiguo alto funcionario de la Curia cita en su declaración. Ante la petición de la defensa para conseguir una copia de todo el material informático del sumario, el fiscal adjunto mostró su dificultad para entregarlo por dos motivos: la enorme cantidad de archivos (unos 300 dvd) y el hecho de que el Código vaticano no contempla esta posibilidad porque, al ser de 1913, no incluye obviamente ninguna cita al material informático.