Pese a que se piden seis años para el seminarista acusado de abusos y cuatro para el ex rector del preseminario San Pío X, ambos resultan absueltos de todos los delitos imputados por haber prescrito o por falta de pruebas
El juicio por los abusos entre los monaguillos del papa Francisco acaba con la absolución de los dos acusados. La sentencia del Tribunal del Estado de la Ciudad del Vaticano en el proceso penal contra el sacerdote de 29 años Gabriele Martinelli –acusado de abusos cuando era menor– y el rector del preseminario Pío X Enrico Radice –acusado de encubrimiento– concluye la absolución de todos los delitos imputados por haber prescrito los mismos en un caso o por falta de pruebas en el otro.
En el nombre del Pontífice, la corte compuesta por Giuseppe Pignatone, presidente del Tribunal; y los magistrados Venerando Marano y Carlo Bonzano, declara no punible a Martinelli por los hechos previos al 9 de agosto de 2008 por ser menor de 16 años. Así, por los mismos hechos a partir de esa fecha se le absuelve por falta de pruebas. Del mismo modo, del delito de cohecho de menores, la acción penal está extinguida por prescripción. Por su parte, la acción penal contra Radice también ha prescrito.
Las vistas orales del proceso finalizaron el pasado 16 de julio. El Tribunal juzgaba el “ambiente insano” con tocamientos sexuales, “presiones psicológicas” y “bromas frecuentes de tipo homosexual” que se producían en la institución con, presuntamente, el conocimiento de los superiores.
La víctima describió ante el Tribunal la “conmoción”, “exasperación” y, finalmente, la “resignación” con la que vivió las agresiones de Martinelli. En su relato se suceden escenas de cama, tocamientos… que se repetían hasta “dos o tres veces por semana” durante años en la institución y, según su testimonio, con el conocimiento de Radici.
Pese a la absolución, el Papa ya ordenó en mayo formar a los monaguillos fuera del Vaticano. Francisco decidió trasladar el Preseminario San Pío X extra muros después de este escándalo que desencadenó en el primer juicio por presuntos abusos cometidos dentro del territorio vaticano.
El obispo de Como (norte de Italia), Oscar Cantoni, ha asegurado que en 2006 ya se conocía la “conducta sexualmente inapropiada” de Martinelli. La diócesis llevó a cabo su propia investigación e indemnizó con 20.000 euros a la víctima –montante que no se ha entregado a la espera de este juicio– y obligó al sacerdote a retirarse en un monasterio. Según el prelado, ahora el acusado “ha cambiado” y sus abusos eran propios de “una tendencia homosexual transitoria vinculada a la adolescencia”.
La justicia vaticana decidió abrir un juicio tras la publicación en 2017 del libro ‘Pecado original’, del periodista italiano Gianluigi Nuzzi, en el que se denuncian estos abusos.
La víctima compartió habitación durante varios años con un joven polaco, Kamil Tadeusz Jarzembowksi, quien ha relatado en el libro que su compañero solía acudir regularmente a la habitación del seminarista –”más de 140 veces”– para tener relaciones sexuales porque “se sentía obligado a ceder a sus demandas”.