A través de un quirógrafo, el Pontífice pone en marcha un organismo de apoyo y control económico para las instituciones sanitarias
Tradicionales e importantes instituciones sanitarias italiana han sufrido continuos vaivenes económicas en las últimas décadas. Ahora el papa Francisco afronta esta patata caliente ofreciendo una alternativa a la especulación financiara con la que se han liquidado algunas de estos grandes hospitales. Para ello, el pontífice ha creado la “Fundación para la Sanidad Católica”.
Este nuevo organismo, según recoge el quirógrafo papa –documento de su creación– servirá para “ofrecer apoyo económico a las estructuras sanitarias de la Iglesia, para que se conserve el carisma de los fundadores, la inclusión en la red de estructuras análogas y benéficas de la Iglesia y, por tanto, su finalidad exclusivamente benéfica según los dictados de la doctrina social”. Algo que el propio Papa ha reivindicado en ocasiones, la última durante su hospitalización en el Policlínico Gemelli en el mes de julio.
Esta fundación será un “ente vinculado a la Santa Sede” para que “pueda operar bajo su soberana autoridad y como entidad instrumental de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica, que proveerá su gobierno y todo lo necesario para su funcionamiento”. Por ello, la fundación estará dirigida por Nunzio Galantino, presidente de la APSA, la entidad que administra el patrimonio vaticano. Este señaló en sus primeras declaraciones: “Trataremos de evitar el riesgode que, aunque no lo quieran, estas estructuras contribuyan a transmitir una idea elitista de la asistencia sanitaria, reduciendo los espacios de la atención ofrecida a todos y para todos”.
El equipo directivo se competa con Fabio Gasperini, secretario de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica, como consultor de administración; Mariella Enoc, presidenta del Hospital Infantil Bambino Gesù; Sergio Alfieri, profesor de Cirugía General de la Universidad Católica del Sagrado Corazón; y Chiara Gibertoni, directora general del Hospital General Sant’Orsola-Malpighi. Maximino Caballero Ledo, secretario general de la Secretaría de Economía, será el interventor de las cuentas.