Esta mañana, el papa Francisco se ha dirigido a la la Pontificia Universidad Lateranense, donde ha presidido el Acto Académico de inauguración del ciclo de estudios ‘Cuidado de nuestra Casa Común y protección de la Creación’ y la nueva cátedra, creada junto con la UNESCO, ‘El futuro de la educación para la sostenibilidad’.
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Durante su intervención, el Papa ha recordado la “misión original” de las universidades, que no es otra que la de ser “un lugar privilegiado de formación y preparación, donde confluyen distintos saberes, donde alumnos y profesores se unen para reflexionar y elaborar creativamente nuevos caminos a seguir”. De esta manera, la universidad también “hace el esfuerzo de formar una conciencia ecológica y desarrollar investigaciones para proteger la casa común”.
Por este motivo, “la actividad académica está llamada a favorecer la conversión ecológica integral para preservar el esplendor de la naturaleza, en primer lugar reconstruyendo la necesaria unidad entre las ciencias naturales y sociales con lo que ofrece la reflexión teológica, filosófica y ética, para inspirar la norma jurídica y una sana visión económica”.
Compromiso de la comunidad universitaria
Con esta Cátedra, la universidad se muestra “no solo como expresión de la unidad del conocimiento, sino también como custodio de un imperativo que no tiene fronteras religiosas, ideológicas o culturales: proteger nuestra casa común, preservarla de acciones perversas, quizás inspiradas en la política, un economía, y formación vinculada a resultados inmediatos, en beneficio de unos pocos”.
Para Francisco, “las expectativas vinculadas a los objetivos de desarrollo sostenible a alcanzar en 2030 se están alejando, junto con objetivos más específicos vinculados a la protección del aire, el agua, el clima o la lucha contra la desertificación”, pero ha remarcado la necesidad de seguir trabajando por ellos.
En la misma línea, el Papa ha enviado una carta por la institución de ambos ciclos formativos que ha sido dirigida al cardenal Angelo De Donatis, gran canciller de la Pontificia Universidad Lateranense. “Creyentes y no creyentes, tenemos el deber de garantizar no solo la sostenibilidad abstracta o de proclamar el bien de las generaciones futuras, sino de preparar las herramientas para salvaguardar los diferentes ecosistemas y sus componentes, sabiendo que no nos es dado disponer de ellos sin medida”, escribe Francisco.
“Estoy seguro, señor cardenal”, continúa el Papa, “del compromiso de aquellos, profesores, alumnos y personal no docente, que colaborarán para asegurar la sólida preparación de sacerdotes, consagrados y laicos, trabajando siempre con humildad, sobriedad y espíritu. de sacrificio, cualidades esenciales para construir, también a través del estudio y la investigación, esa amistad social que es el fundamento de la fraternidad”.
