Cuando se cumple una semana más de la erupción del volcán Cumbre Vieja, la situación social que va dejando entre los habitantes de las zonas más afectadas de la isla de La Palma es más preocupante. Ante esta realidad, el rector del Real Santuario de Nuestra Señora de las Nieves, la patrona de la isla, Antonio Hernández Hernández, ha propuesto a las parroquias poner a disposición de las familias afectadas por el volcán parte del patrimonio que custodia el templo.
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Sufrimiento y esperanza
“Hoy nadie es ajeno al sentimiento de comunión, sufrimiento y esperanza de todos y todas, a los que ha llevado la presente erupción volcánica en la isla de La Palma. Nos hemos encomendado en comunión con el obispo a nuestra Madre la Virgen de Las Nieves y san Miguel Arcángel, pues nos encontramos ante una situación extremadamente grave en términos siempre de destrucción y pérdida material, afortunadamente y gracias a Dios, la ciencia está permitiendo anticiparse para que las vidas de las personas no corran peligro”, ha señalado el sacerdote, según publica La Palma Ahora.
Por ello, ante el empeoramiento de la situación, prosigue el rector, “nos obliga a tomar acción y ser partícipe en la reconstrucción material de aquellos que lo han perdido todo. Que sientan que sus hermanos y hermanas estamos en estos duros momentos con ellos, que cualquier acción social, solidaria, humanitaria siempre será poca, pero estaremos”.
Ayuda solidaria
En concreto, Hernández ha destacado el “excelso patrimonio” que los devotos han ido ofreciendo a la Virgen de Las Nieves y que está expuesto en su Museo Camarín. Un patrimonio que se traduce también en las “donaciones de joyas, cadenas, pulseras y anillos de oro que, aunque tienen valor devocional y económico no disponen de un valor histórico o artístico”. Por eso, propone, poder a disposición estos exvotos a disposición de las víctimas y que puedan ser “parte de la acción y ayuda solidaria que desde el Real Santuario de las Nieves realicemos (entre otras medidas como ya hemos ofrecido la Casa de Romeros) para contribuir, junto a las numerosas acciones personales, asociativas e institucionales que se están promoviendo para proveerles cuanto antes de soluciones materiales a los damnificados”.
En sintonía con el papa Francisco, el rector aclara que “se justifica la propuesta de disponer de ellas como un gesto para los fines solidarios que con tanta urgencia se nos reclama con la finalidad de ayudar a nuestros hermanos y hermanas para aliviarles estos momentos tan duros”.
