Los indígenas, centrales obreras y sectores democráticos de Bolivia han marchado el 11 de octubre en el paro nacional, en tanto, Sergio Gualberti, arzobispo de Santa Cruz, ha pedido al gobierno escuche el clamor de los indígenas, que “hasta ahora solo han encontrado indiferencia y silencio”, en vísperas de esta movilización.
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Gualberti ha pedido a los participantes del paro a realizarlo de modo pacífico “sin provocaciones ni enfrentamiento de ningún tipo”, puesto que las protestas continúan este 12 de octubre –Día de la Hispanidad–, toda vez que el izquierdista Arce ha convocado a sus adeptos a una movilización.
Diálogo, único camino
Asimismo el prelado ha pedido a todos los bolivianos, en especial a los sectores políticos, de instaurar un diálogo franco y sincero, el cual “es el único camino para encontrar soluciones justas, acordadas y duraderas”.
Es la primera gran movilización que afronta Luis Arce, presidente de Bolivia, quien pretende iniciar una férrea persecución política contra sus adversarios con la llamada Ley contra la legitimación de ganancias ilícitas.
Además los convocantes plantan cara los planes de privatización de las empresas estatales y el proceso de descentralización de los servicios de salud y educación.
