Un templo evangélico y otro católico resultaron totalmente destruidos por el fuego en la provincia de Arauco
“Lamentamos profundamente estos actos de violencia que, además de inconducentes, no aportan en nada a la solución de los graves problemas políticos, sociales y económicos que aquejan al país y a la zona de Arauco” afirma la declaración entregada hoy por el Arzobispado de Concepción.
Pasadas las 2 de la madrugada, en un sector de Tirua, en la provincia de Arauco, se inició un incendio en el templo de una iglesia evangélica. Una hora después, no lejos de allí, ocurrió lo mismo con una capilla católica. Ambos templos resultaron totalmente destruidos.
El sector de Tirua está en la jurisdicción del Arzobispado de Concepción. Allí hay una mayoría de población mapuche y una comunidad jesuita está inserta en ese sector hace unos 20 años.
La declaración del Arzobispado agrega: “Insistimos que solo a través del diálogo se podrán lograr soluciones justas y adecuadas a las dolorosas situaciones humanas de toda índole aún presentes en esa zona del país. Reprobamos estos hechos y lamentamos el daño que se realiza a quienes profesan la fe, que además, hiere un aspecto fundamental del ser humano, la libertad religiosa”.
Concluye la declaración señalando que “urge la necesidad de atender adecuadamente a la población de Arauco quienes, por muchos años, han estado rezagados y no han visto en la práctica un real interés por parte de toda la sociedad chilena frente a su situación de pobreza, marginación y desamparo”.
Estos atentados a templos, evangélicos y católicos, se han hecho frecuentes en la zona del conflicto mapuche. En algunas ocasiones han quedado huellas que provocan sospechas respecto a sus autores que podrían no ser mapuches y más bien tener la intención de asignarles la responsabilidad.
Más de 25 atentados, con 34 templos destruidos en el año 2016 fue la cifra más alta alcanzada en un año. Aunque ese número bajó en los años siguientes, estos atentados continúan. A comienzos de febrero de este año, en una noche hubo 4 ataques a templos. Ocurren siempre de noche y a capillas en sectores rurales, mayoritariamente de madera.