El presidente de la Conferencia Episcopal francesa se ha reunido con el ministro del Interior del país tras destaparse los 330.000 casos de menores abusados en ámbitos eclesiales
Ha pasado una semana desde que la Iglesia francesa presentara su informe sobre los abusos sexuales cometidos contra menores dentro de su seno. Y ha sido ahora cuando el presidente de la Conferencia episcopal francesa, Eric de Moulins-Beaufort, se ha reunido, tal como recoge ANSA, con Gerald Darmanin, ministro del Interior del país, en una reunión promovida por este último ante la gravedad de los datos revelados.
Y es que un total de 216.000 menores sufrieron abusos por parte de sacerdotes y religiosos en Francia desde 1950 hasta 2020. Una cifra que aumenta hasta los 330.000 niños y niñas al contabilizar los abusos cometidos por laicos en ámbitos eclesiales (profesores de colegios católicos, catequistas, etc.). Así lo revela el informe de la Comisión Independiente sobre los Abusos Sexuales en la Iglesia (Ciase), encabezado por Jean-Marc Sauvé, y que fue presentado el pasado 5 de octubre de la mano de la Conferencia Episcopal Francesa (CEF) y la Conferencia de Religiosos y Religiosas de Francia (Corref).
En una nota difundida por la CEF se ha revelado que el obispo y el ministro “discutieron el proceso de verdad vivido por la Iglesia católica en Francia sobre la violencia y agresiones sexuales cometidas dentro de la institución desde 1950”. Asimismo, en el encuentro se ha reconocido que la publicación del informe constituye “un paso fundamental en este proceso de verdad, y se ha subrayado como notable el trabajo realizado por Jean-Marc Sauvé y su equipo”. En el mismo comunicado se ha revelado, además, que la Conferencia de Obispos Franceses y la Corref han pedido al Papa que reciba en audiencia a Jean-Marc Sauvé y a los miembros de la Ciase.
“El alcance de la violencia y agresión sexual a menores que revela el informe Ciase”, afirma el comunicado, “obliga a la Iglesia a releer sus prácticas a la luz de esta realidad”. En este sentido, “es necesario trabajar para conciliar la naturaleza de la confesión y la necesidad de proteger a los niños“.
De Moulins-Beaufort aseveró al ministro Darmanin la determinación de todos los obispos de hacer de “la protección de los niños una prioridad absoluta, en estrecha colaboración con las autoridades francesas”. Además, recordó que en 17 diócesis se han estipulado protocolos con los respectivos fiscales, “con el fin de facilitar y agilizar la tramitación de denuncias por cada hecho denunciado“. Por último, el presidente de la Conferencia Episcopal de Francia ha reiterado “su vergüenza y consternación, pero también su determinación de llevar a cabo las reformas necesarias para que la Iglesia en Francia merezca la confianza de todos”.