Alveus –Grupo ETS– surge para ayudar a congregaciones y fundaciones que necesitan respuesta real a sus necesidades en relación con la gestión de sus recursos financieros. Esta empresa familiar fundada en 1987 y regulada por la CNMV como Entidad de Asesoramiento Financiero (EAF), ofrece una gestión con cabeza y corazón. Un asesoramiento personalizado en esta máxima: “Una Gestión para cada Misión”.
El responsable del Departamento de Desarrollo de Negocio, Ignacio Peche, presenta el seminario online ‘7 pecados virtudes de la gestión patrimonial’. El webseminar se celebrará el miércoles 20 de octubre de 2021 a las 18:00 horas (España). La sesión será gratuita y durará una hora. Eso sí, dada la naturaleza de esta propuesta formativa, las plazas son limitadas por lo que será imprescindible la inscripción.
La formación está destinada a todo aquel interesado en optimizar sus recursos financieros desde un plan de trabajo acorde con la Doctrina Social de la Iglesia. Además, está especialmente enfocado a superiores mayores y ecónomos de institutos de vida consagrada, administradores diocesanos, titulares de fundaciones, asociaciones y ONG eclesiales.
En el acto intervendrán Rocío Martínez –dirección general de Alveus– y el propio Ignacio Peche. Moderará la sesión José Beltrán, director de Vida Nueva.
PREGUNTA.- El próximo 20 de octubre tendrá lugar el seminario online ‘7 pecados virtudes de la gestión patrimonial’, un webinar formativo sobre ética, transparencia y acompañamiento financiero al servicio de la misión. ¿Hemos olvidado, como Iglesia, la Doctrina Social a la hora de gestionar el patrimonio de las instituciones?
RESPUESTA.- Efectivamente en el seminario tocaremos la ética de las inversiones. Y sí, creemos que por un tiempo, como Iglesia, hemos olvidado o dejado de lado la Doctrina Social a la hora de gestionar el patrimonio. Es cierto que recientemente es algo que está más en boca de todos (ESG, ISR…), pero también creemos que todavía no está donde debe estar. Y en esa línea trabajamos, tratando de concienciar que no todo vale y, nunca mejor que en este caso, predicando con el ejemplo.
P.- Los ecónomos de cualquier realidad eclesial están familiarizados con estas cuestiones. ¿Por qué deben inscribirse?
R.- Deben inscribirse porque no todos están familiarizados con estas cuestiones. Los ecónomos son, por encima de todo, religiosos. Y como tal, no tienen por qué saber de finanzas ni desenvolverse en el mundo financiero, que es altamente complejo y donde hay muchos riesgos. Los ecónomos en ocasiones lo son por designación; son designados por tener unas aptitudes más apropiadas por sus estudios que las de otros miembros lo que les hace ser la persona más adecuada dentro de la congregación.
P.- ¿Todavía es necesario dar pasos en la profesionalización de la gestión económica?
R.- Sin duda es necesario. La profesionalización está llegando a todos los ámbitos dentro de las congregaciones e institutos como pueden ser informáticos o la gestión de residencias de mayores, y ¿por qué no también al de la gestión económica? La profesionalización no consiste en una externalización y desentendimiento, sino que es necesario también que los responsables estén involucrados plenamente: los profesionales están para acompañar y ayudar a los ecónomos en la responsabilidad de gestionar el patrimonio de la congregación.
P.- ¿Es posible la alineación entre economía y misión?
R.- No solo es posible, sino que es necesaria. El patrimonio de una institución tiene un fin, y para este ha de servir. El propósito no es otro que cubrir los requerimientos de la misión: sufragar el coste de los proyectos y obras de la congregación, sostener a los hermanos, etc. Sin misión, la economía de la congregación no tendría sentido.