El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha concedido la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil, a título póstumo, al misionero salesiano español Antonio César Fernández, asesinado por un grupo yihadista en Burkina Faso en 2019.
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En aquel momento, tras conocer su asesinato, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, trasladó su “cariño a la familia y compañeros del misionero Antonio César Fernández y de todas las víctimas del ataque terrorista en Burkina Faso”. Expresó, asimismo, su “absoluta repulsa a este atentado” y su “reconocimiento a cooperantes y voluntarios que arriesgan su vida trabajando en zonas de conflicto”.
Del mismo modo, la Congregación salesiana en España ha mostrado su “agradecimiento por la concesión, a título póstumo, de la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil al misionero salesiano Antonio César Fernández”, ya que, “de esta forma, se presenta su vida entregada como un ejemplo también para toda la sociedad“.
37 años en África
Nacido en julio de 1946 en Pozoblanco (Córdoba), el misionero fue asesinado en febrero de 2019 durante un ataque atribuido a los yihadistas en la provincia de Boulgou, a 40 kilómetros de la frontera sur de Burkina Faso. Según la congregación, el sacerdote fue atacado mientras regresaba a Uagadugú tras participar en una reunión en Lomé, capital de Togo, junto a otros dos religiosos que sobrevivieron al asalto.
Fernández trabajaba en África desde 1982, cuando fundó la presencia salesiana en Togo, tras lo cual se trasladó a Costa de Marfil y Burkina Faso. En el momento de su muerte residía en Uagadugú, donde trabajaba en un centro de los salesianos de ayuda a la mujer y los niños del barrio.