Buscar la conciliación entre el secreto de confesión y la ley. Esta ha sido la propuesta de Jean Castex, primer ministro de Francia, quien ha sido recibido hoy por el papa Francisco en el Vaticano en una visita que, si bien estaba planificada para celebrar el centenario del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Francia y la Santa Sede, se ha visto empañada por la publicación, el pasado 5 de octubre, del conocido como ‘Informe Sauvé’. En él, la Comisión Independiente sobre Abuso Sexual en la Iglesia (Ciase) daba a conocer que 300.000 niños habían sido abusados en el ámbito de la Iglesia Francesa en los últimos 70 años.
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“Obviamente mencionamos la situación de la Iglesia en Francia, el informe Sauvé”, ha dicho Castex tras su reunión con el Papa, en declaraciones a la prensa recogidas por La Croix. Asimismo, ha confirmado que el Francisco considera “valiente” a la Iglesia francesa por admitir lo ocurrido y “haber hecho su trabajo”. “Está encantado de que no haya ninguna negación”, añadió.
“Esto no es una primicia: la Iglesia no se retractará del dogma del secreto de la confesión”, ha afirmado Castex. “Pero debemos a toda costa encontrar formas y medios para conciliar esto con el derecho penal, los derechos de las víctimas”, ha señalado, asegurando, además, que el Papa “es plenamente consciente de ello”, pero reconoce que es “un trabajo a largo plazo”.
Una camiseta firmada por Messi
Como es habitual en este tipo de reuniones, se ha producido un intercambio de obsequios entre el Papa y Castex. Así, el primer ministro ha regalado al Papa una camiseta del PSG firmada por Lionel Messi y una copia de la primera edición de ‘Notre Dame de París’, del escritor Víctor Hugo, de 1836.
Por su parte, el Papa el Papa ofreció a Jean Castex un mosaico que representa a los ‘Viticultores’ con la inscripción “Que el fruto de la vid y del trabajo humano sea para nosotros la bebida de la salvación”, así como el mensaje de este año para Jornada mundial de la paz y el Documento sobre la Fraternidad Humana.
