Frederico D’Avila, diputado del estado de São Paulo, afín al partido del presidente Jair Bolsonaro, descargó su ira contra Orlando Brandes, arzobispo de Aparecida, la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB). Hasta despachó su sarta de afrentas al papa Francisco.
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Lo cierto del caso es que D’Avila insultó, en un discurso bastante incendiario, al arzobispo de Aparecida y a la Conferencia de Obispos de Brasil, calificándolos de “safados, vagabundos y pedófilos”, mientras que a Francisco le dijo que “era un sinvergüenza también”.
“La Conferencia de Obispos se ha convertido en la principal promotora de la teología de la liberación y convirtió el tema de la vacuna para hacer proselitismo político para convertir a las personas de bien a su ideología contra el alma de las personas, son unos vagabundos”, imprecó.
A máximas instancias judiciales
En un comunicado, los obispos de Brasil han rechazado rotundamente “las abominables agresiones proferidas por el diputado estatal”, en las que “denuncia el odio incontrolado del parlamentario”.
Aseguraron que llevarán a las máximas instancias judiciales este caso para pedir “corrección inmediata y ejemplar por parte de las autoridades competentes”.
Walmor Oliveira, presidente del episcopado, respondió que los obispos “nunca han sido cobardes ante las situaciones más difíciles, siempre ha cumplido su misión digna de respeto por su relevancia religiosa, moral y social en la sociedad brasileña”.
De igual modo, los obispos “nunca han estado de acuerdo con actitudes violentas de nadie. Nunca se han dejado intimidar”, por tanto levantan su voz “ante un discurso mediocre y odioso, carente de lucidez, un modelo de postura política abominable que necesita ser extirpado y corregido judicialmente por el bien de la democracia brasileña”.
Defienden su postura con base en la doctrina social de la Iglesia, que “reclama siempre la libertad que le corresponde para pronunciar su juicio moral sobre las realidades sociales que así lo exijan como los derechos fundamentales de la persona, el bien común o la salvación humana”.
Reparación y desagravio
La conferencia de Obispos ha pedido a la Asamblea Legislativa del Estado de São Paulo “adopte medidas internas, legales y reglamentarias eficaces para que esta indignante falta de respeto sea reparada en proporción a su gravedad”.
Además han ratificado “su respeto y afecto incondicional al Santo Padre, el Papa Francisco, así como la solidaridad con todos los obispos de Brasil”.
Por tanto, esperan una pronta respuesta del presidente de la Asamblea Legislativa del Estado de São Paulo, Carlão Pignatari, para que exista “una postura ejemplar e inspiradora para todas las cámaras legislativas, órganos judiciales y otros segmentos para que la sociedad brasileña no sea sacrificada y no sea prisionera de mentes mediocres”.
Foto: ALESP