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José Luis Mumbiela, obispo en Kazajistán: “Sin una dimensión misionera, la Iglesia no puede ser católica”





“Sin una dimensión misionera, la Iglesia no puede ser católica”. Así se expresaba esta mañana el obispo de Almaty (Kazajistán), José Luis Mumbiela (Huesca, 1969), en la rueda de prensa con motivo del DOMUND 2021, la campaña promovida por Obras Misionales Pontificias (OMP) que se celebrará este domingo 24 de octubre.



En 1998 fue destinado a Kazajistán como sacerdote misionero en la diócesis de Almaty. Desde el año 2001 es el obispo titular de la diócesis tras ser consagrado por el papa Benedicto XVI y presidente de la Conferencia Episcopal de Kazajistán.

Al comenzar su intervención, el prelado española ha agradecido a OMP por haber colaborado este año con la Iglesia en Kazajistán. “Es parte del oxígeno diario que respiramos. Si no están esos fondos, nos quedamos sin oxígeno. Nuestra Iglesia es un niño en pañales, es una Iglesia pobre. Por eso, la ayuda que recibimos es agua de mayo”, ha señalado.

Con el montante aportado por OMP, la Iglesia en el país de Asia Central puede sufragar gastos ordinarios, pero también llevar a cabo proyectos de infancia, como uno con niños Down, y sirve también para sostener el único seminario de toda Asia Central desde 1998.

“Tenemos que ‘primerear'”

“Aunque somos una Iglesia pobre, somos generosos y organizamos las colectas en las que se colabora con ese sentido de catolicidad. Desde tu pobreza, colaboras con la Iglesia universal. Tenemos que sentirnos familia, todos ayudamos a todos. El DOMUND no es solo para países ricos. Es un concepto de bautismo, estoy bautizado, pues soy un colaborador de OMP. No puedes no colaborar, porque es parte de nuestro ser cristiano”, ha recalcado.

Para el prelado aragonés, lo que ha visto y oído en estos 20 años “me confirman que ha merecido la pena esta locura de juventud”. No obstante, deja claro que “el Espíritu ya estaba actuando en Kazajistán antes de que ellos llegaran”. De hecho, ha recordado cómo le marcaron las palabras de una señora mayor al llegar al país: “Desde 1991 ya había libertad, y han tardado 7 años en venir”.

Para Mumbiela, “si queremos ser testigos del amor de Dios, no podemos ser los últimos, tenemos que ‘primerear’, como dice el Papa. No tenemos que llegar después de una pandemia, sino antes”.

Mónica Marín, una joven misionera

Durante la rueda de prensa, también ha compartido su testimonio Mónica Marín, licenciada en Logopedia, que, después de hacer varias experiencias misioneras de verano, ha fundado la Asociación de jóvenes JATARI. “Hay una urgencia, y la urgencia es ser Iglesia. Seamos conscientes de por qué hemos sido bautizados. El Papa no deja de repetirlo: levántate”, ha afirmado.

Esta joven ha descubierto en la misión “una manera fresca de ser Iglesia”. “Me fui a Rumanía con las misioneras de la Caridad con 18 años. Había gente que daba su vida por esto…”, relata emocionada. Fue en 2016, durante la JMJ en Cracovia, cuando ese ‘joven, levántate’ del Papa le tocó el corazón.

“Las experiencias de misión han sido para mí un master en vida. Ver cómo viven los misioneros te cambia la mirada”, recalca la joven que colabora con San Ramón, en la selva peruana, un lugar al que no pudo ir en 2020 debido a la pandemia, pero al que está deseando volver este 2021.

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