Las iglesias cristianas siguen siendo uno de los principales objetivos del ejército de Myanmar. El último templo atacado, hace unos días, fue la parroquia de la Inmaculada Concepción, en Phruso. Sin embargo, la Iglesia católica del país asiático no ha querido dejar pasar la oportunidad de celebrar el Sínodo de la Sinodalidad.
Así, tal como recoge Fides, las diócesis católicas de Myanmar han celebrado la ceremonia de apertura del camino sinodal, apostando por el “espíritu misionero” propio de la “Iglesia en salida” a la que llama el papa Francisco.
En esta línea, el arzobispo de Mandalay, Marco Tin Win, tras la ceremonia de apertura entregó velas encendidas a los participantes en la misa, como signo de “envío en misión”, instándoles a ser “misioneros de la luz de Cristo en vuestras familias, en las ciudades y en la sociedad”.
“El Sínodo es la mejor manera de mirar hacia dentro, de escarbar en nuestra realidad y de abrir la puerta a la participación y expresión de todos los miembros, para construir y desarrollar una comunidad verdaderamente misionera”, ha sobrayado a Fides el sacerdote católico Robert Kyaw Thu, de la diócesis de Yangon.
En Myanmar, un país principalmente budista y con una población de 55 millones de personas, la Iglesia católica cuenta con unos 700.000 miembros en 16 diócesis, atendidos por unos 1.000 sacerdotes y más de 2.000 religiosos.
El pasado 1 de febrero de 2021 se produjo un golpe de Estado en el país ante el cual la Iglesia católica se ha mostrado, en todo momento, del lado del pueblo y en una clara apuesta por la resolución pacífica del conflicto. Desde entonces, los continuos ataques a las parroquias y a la población civil en general no han cesado en todos estos meses. Sin embargo, esta complicada realidad no ha acabado con el ánimo de unas diócesis y unos fieles que quieren seguir sintiéndose en comunión con la Iglesia universal.