El presidente de la Subcomisión Episcopal para las Migraciones y la Movilidad humana ha participado en la presentación de las unidades didácticas sobre la trata de personas ‘El viaje de mi vida’
El departamento de Trata de Personas de la Conferencia Episcopal Española, dentro de la Subcomisión Episcopal para las Migraciones y la Movilidad humana, ha presentado hoy las unidades didácticas ‘El viaje de mi vida’ en las que, basándose en historias reales, busca acercar el drama de la trata de personas especialmente a los más jóvenes.
“Nuestros jóvenes ya conocen qué es la trata. Pero otra cosa es poner rostro a historias concretas“, ha dicho el obispo de Vitoria, Juan Carlos Elizalde, presidente de la subcomisión. “Se trata, más bien, de ver las causas, intuir quiénes pueden ser víctimas, quiénes son los tratantes, cuáles son los fines de explotación”.
Asimismo, Elizalde ha advertido de que el consumo de pornografía es la “antesala de la prostitución”, y que esta “está creciendo” exponencialmente “entre los más jóvenes”. Asimismo, ha añadido que “el proxenetismo se ha convertido en una industria que no tiene fronteras”. Y, ante todo ello, ha subrayado que “resulta imperioso desarrollar un fuerte movimiento feminista con fuertes bases teóricas que sea combativo con todas las formas de explotación de las mujeres”.
En la presentación ha participado también la directora del secretariado, Marifran Sánchez Vara, coautora del proyecto, así como Pilar Ladrón Tabuenca, doctora en Derecho Procesal de la Universidad de Alcalá de Henares, Ana Almarza Cuadrado, religiosa adoratriz y directora del proyecto Esperanza-Adoratrices, y Magdalena Lara del Río, coordinadora de Trata de la diócesis de Jaén.
«El viaje de mi vida» es fruto de un trabajo en equipo de personas que trabajan directamente con víctimas de trata, acogidas y acompañadas por instituciones eclesiales. La ilustración que da color y luz a la guía es obra de la pintora de origen peruano Liliana Coronado, que es a su vez miembro del equipo de la delegación de Migraciones de la diócesis de Jaén. “El cuadro muestra a cuatro mujeres que, a su vez, representan las cuatro fases de la trata: la captación, el traslado, la explotación y la liberación”, ha explicado Sánchez Vara.