Los ciudadanos marcharon hacia el Monumento Nacional a la Bandera, respondiendo a la convocatoria de la Iglesia rosarina
Los equipos pastorales de Barrios Populares y de Drogadependencia de la arquidiócesis de Rosario convocaron a una movilización y momento de oración por la paz y la justicia en la ciudad de Rosario, que convive diariamente con la violencia y los asesinatos.
La marcha se realizó desde la Plaza López hasta el Monumento a la Bandera donde se rezó la oración simple por la paz de San Francisco de Asís.
El arzobispo, Eduardo Martín, había animado a la participación de esta jornada: “Como pastor de todos ustedes y sensibilizado por esta grave situación, los invito a adherirse a este gesto con el fin de elevar a Jesús, por intercesión de la Virgen del Rosario, nuestra plegaria, y ayudar a visibilizar y a hacer tomar conciencia de esta grave problemática que nos afecta a todos”
En lo que va del año, la ciudad de Rosario registra más de 171 homicidios. Asesinatos por encargo, homicidios, peleas de bandas y narcotráfico son parte de la realidad que sufren los ciudadanos en esta escalada de violencia que recrudece con el tiempo. Martín sostuvo, en declaraciones a una radio: “Queremos hacer visible el problema y tomar conciencia”.
Por su parte, el P. Fabián Belay, delegado del equipo de drogadependencia arquidiocesana, señaló que este tema exige que la política supere la grieta y se siente a dialogar, a generar programas para que esto se supere.
El Consejo Arquidiocesano de la Acción Católica difundió una declaración avalando las palabras del obispo que planteó que la venta de estupefacientes genera dinero negro y tiene un correlato de poderosas armas de fuego, ostentación, lujo, violencia y muerte.
Asimismo, se hicieron eco de los cuestionamientos del arzobispo: “¿Qué connivencia social, política, judicial, de las fuerzas de seguridad nos ha llevado hasta aquí?”. “¿Qué políticas públicas decididas y valientes se están aplicando para remediar este flagelo?”. “¿Por qué nos está ganando la droga?, se preguntaron.
Finalmente, tomaeon las palabras del papa Francisco para pedir a Dios que convierta el corazón de los responsables de tanta muerte y desolación” y que inspire a los responsables del bien común a comprometerse con la erradicación del crimen y de la impunidad.