Los obispos de Ecuador han concluido su 150ª Asamblea Plenaria. Han puesto sobre la mesa temas urgentes como “el aumento de la inseguridad y de la violencia, el dolor y la preocupación vivida por las muertes sangrientas en las cárceles y en las calles”.
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“Preocupados por la situación del país, dirigimos este mensaje a todos los ecuatorianos de buena voluntad”, han dicho.
Frente a estas situaciones han invitado “a todas las fuerzas políticas a creer que la solución a los problemas de nuestro pueblo está en el diálogo, en el rechazo de la violencia, en la defensa de la institucionalidad, en la centralidad de la persona en sus derechos y deberes”.
Democracia y solidaridad
“No es aceptable que los diferentes actores sociales y políticos hipotequen el futuro del país buscando únicamente sus propios intereses”, denuncian.
Puesto que “al hacerlo, están privándonos de mejores días, quebrantando la esperanza que resurgió en el corazón de nuestro pueblo, después de sufrir los desastrosos efectos de la pandemia, gracias a un plan de vacunación que contó con la ayuda de todos los sectores de la sociedad”.
Han recordado: “La democracia y la solidaridad, herencia recibida de nuestros mayores, sigan formando parte de nuestros valores comunes.”
“Nos comprometemos como Iglesia Católica a sostener toda iniciativa, que reconstruyendo el tejido social, favorezca un Ecuador de paz, de justicia y de igualdad para todos”, finalizaron.
Foto: CEE