El arzobispo responsable de la Pastoral de Movilidad Humana, Francisco Moreno Barrón, llamó a todas las partes a asumir su responsabilidad para evitar la violencia
Alrededor de tres mil migrantes de diferentes nacionales que partieron de Tapachula, Chiapas, el pasado sábado hacia la Ciudad de México, continúan su camino, conscientes de que a lo largo de los más de 1,200 kilómetros de recorrido habrán de encontrar a agentes de migración que buscarán detener su marcha.
Ante esta situación, el arzobispo de la arquidiócesis de Tijuana, Francisco Moreno Barrón, quien es el responsable de la Pastoral de Movilidad Humana en la Conferencia del Episcopado Mexicano, hizo un llamado a la comunidad a ser empática, a las autoridades a asumir su responsabilidad de velar por el bien de los migrantes, y a estos, a guardar el orden en su caminar.
La llamada “marea migrante”, liderada por la organización civil Pueblos Sin Fronteras, había esperado varios meses en Tapachula, frontera con Guatemala, esperando los resultados de los trámites migratorios y la cita para la solicitud de asilo ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados; sin embargo, al no tener respuesta, decidieron dirigirse a la Ciudad de México para presionar a las autoridades.
Aunque no existe un día aproximado para su arribo a la capital del país, se prevé que en su momento acudan a la Cámara de Diputados y al Senado de la República para exigir una pronta solución a la crisis migratoria que enfrentan. La “marea migrante” está compuesta de ciudadanos de Honduras, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Cuba, Haití y Venezuela.
En conferencia de prensa este domingo, obispo Francisco Moreno Barrón hizo un llamado a los mexicanos a la empatía, el diálogo y la colaboración con los hermanos migrantes, muchos de los cuales viajan con hijos. “La respuesta la tenemos todos: las autoridades, acercándose a ellos, viendo realmente cómo están organizados para tener un encuentro de diálogo y tomar decisiones cercanas”.
Los migrantes –continuó– siendo conscientes de que han sido acogidos tienen que dar una respuesta a la forma en como les abraza este pueblo; y la comunidad debe seguir una actitud empática y de colaboración.
En este sentido, el obispo pidió a los migrantes guardar el orden y evitar actitudes de violencia en las ciudades del país donde son recibidos mientras cruzan a la Unión Americana, pues de esa manera –insistió– se corresponde a la ayuda que se les ofrece de muchas maneras.
Cabe mencionar que el mismo sábado, tras su salida de Tapachula, los migrantes tuvieron un enfrentamiento con unos 200 agentes antimotines de la Guardia Nacional y del Instituto Nacional de Migración, pero el contingente se abrió paso a la fuerza, al ser superior en número.
El obispo Moreno Barrón también pidió a las autoridades asumir su responsabilidad y evitar a toda costa recurrir a la violencia. Antes –dijo– habrá que agotar todas las posibilidades de diálogo.