La Santa Sede ha presentado hoy la Conferencia Internacional de Estudios ‘Investigación sobre la historia de los primeros siglos de la Iglesia’, organizada por el Comité Pontificio de Ciencias Históricas en colaboración con la Université Catholique de Lyon. Las jornadas, que se celebrarán del 27 al 29 de octubre, tendrán lugar en el Instituto Maria Santissima Bambini del Vaticano.
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Bernard Ardura, presidente del Pontificio Comité de Ciencias Históricas, ha explicado que la labor del Comité es “promover el estudio de la historia de la Iglesia, es decir, de los veinte siglos que nos separan de la vida terrena de Jesús y sus apóstoles”. “Nuestro encuentro es y pretende ser una ‘indagación’, es decir, una investigación de los primeros siglos de la historia de la Iglesia, realizada para determinar qué elementos pueden considerarse como ciertos, probables o como superado por los nuevos conocimientos adquiridos”, ha añadido.
En este sentido, Ardura ha apuntado que, en los últimos años, el papa Francisco “ha insistido en la necesidad de que el Comité promueva una fructífera colaboración en el campo científico, no solo con las instituciones académicas católicas, sino también con todos los historiadores y especialistas en las ciencias auxiliares de la historia que estén dispuestos a trabajar juntos en la búsqueda de la verdad, teniendo en cuenta únicamente sus habilidades científicas”.
Enfoques historiográficos
“Al concebir y organizar el programa de esta conferencia, quisimos responder a la urgente invitación del Santo Padre, el papa Francisco, a trabajar con académicos de todos los antecedentes científicos, de las más variadas sensibilidades culturales y de los más diversos enfoques historiográficos”, ha aseverado Ardura.
Para ello, contarán con las habilidades de especialistas en geografía e historia de los primeros siglos, !en las rutas del comercio y la economía en el mundo romano y en Asia, con especial atención a los movimientos de la diáspora judía y a los itinerarios de los primeros misioneros”. Además, ha reconocido que el estudio de las “obras literarios paganos y cristianos, la investigación arqueológica en Oriente y Occidente, ofrecen nuevos conocimientos y abren perspectivas hasta ahora insospechadas, junto con las que permiten las nuevas tecnologías”.