Si hay algún sitio que haya servido como refugio, espiritual, en la isla de La Palma durante las últimas semanas… ese ha sido el Real Santuario Insular de Nuestra Señora de las Nieves, la patrona del lugar. Antonio Hernández es el rector de este templo, que se encuentra a pocos kilómetros de la capital isleña, en la otra vertiente de la cordillera donde se enclava el volcán Cumbre Vieja.
Hasta allí han llegado los rezos y las peticiones de auxilio de los más necesitados, y también de allí ha surgido el gesto de donar las joyas de los exvotos de los fieles para ayudar en las necesidades de quienes han perdido sus hogares.
PREGUNTA.- ¿Cómo afecta la erupción del volcán al santuario mariano más destacado de La Palma?
RESPUESTA.- Ahora estamos mentalizando a la gente para que, con parte de las joyas donadas a la Virgen, se ayude a los damnificados, y va por buen camino. Somos un santuario que ha recibido tanto de los fieles, y ahora –respetando el museo– respondemos aportando las joyas que habían ofrecido y que, aunque no tienen un valor artístico destacado, sí lo tienen económico.
Es algo que veníamos pensando desde hace tiempo y la situación actual nos ha llevado a materializarlo. Es un gesto que no es fácil para algunas personas, pero están comprendiendo que las ofrendas y las promesas tienen una dimensión social y de fe. De hecho, han continuado las donaciones de cadenitas o anillos de oro para cumplir la llamada a aliviar las necesidades de los que sufren. La respuesta está siendo muy positiva.
P.- ¿Qué oraciones se oyen con más frecuencia ante la Virgen de las Nieves?
R.- Aquí acuden los que se han quedado sin nada. Vienen los que sufren porque no saben cómo afrontar un futuro en soledad. Muchos acuden también en busca de consuelo y apoyo espiritual, que va unido a las dificultades materiales que tienen que afrontar. Aunque hay que agradecer que no haya habido pérdidas humanas. Estoy en contacto con los párrocos de las zonas más afectadas para constatar directamente las necesidades del pueblo.
La diócesis ha organizado en nuestra isla una serie de rogativas que han incluido una eucaristía en nuestro santuario presidida por el obispo, Bernardo Álvarez, y otras celebraciones en las Angustias y la Virgen del Pino, en El Paso, con gran concurrencia de gente en todos los sitios. Entre los palmeros hay una corriente de solidaridad, y hay parroquias que se han contagiado del gesto del santuario. Todos acudimos a nuestra Madre para que interceda por sus hijos.