“Hacia caminos de reparación” es el título del documento de 80 páginas, entregado por la Conferencia Episcopal de Chile (CECh) con orientaciones destinadas a las autoridades eclesiásticas para poner en práctica medidas de reparación a las víctimas de abusos de parte de integrantes del clero.
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El capítulo dedicado a estas medidas ocupa más de la mitad del documento. Se presentan reunidas en cuatro grupos: en relación con la persona herida; en relación con la familia directa; en relación con la comunidad eclesial y; en relación con la cultura institucional.
Transitar hacia un proceso de reparación
En la presentación al documento, el cardenal arzobispo de Santiago, Celestino Aós, en su calidad de presidente de la CECh, define el objetivo de estas orientaciones: “proponer, a las autoridades competentes, herramientas que permitan transitar hacia un proceso de reparación. La fuerza de estas medidas radica en el compromiso de buscar caminos y de actuar como “una Iglesia” para que todas las personas heridas por abuso sexual en el contexto eclesial obtengan reparación, sin excepción”.
Estas orientaciones concretan uno de los desafíos asumidos por los obispos en su Asamblea Plenaria Extraordinaria de agosto de 2018, realizada después del encuentro de todo el episcopado chileno con el Papa, en Roma, y de la “Carta del papa Francisco al Pueblo de Dios que peregrina en Chile”. Después de esa asamblea, la CECh emitió una declaración firmada por todos los obispos en la que afirman que se reunieron “para abordar la situación que vive la Iglesia Católica en el país, particularmente a raíz de los graves casos de abuso cometidos por personal consagrado”. En esta declaración informan de las 4 decisiones y los 7 compromisos que han tomado para abordar la situación de los abusos.
Uno de esos compromisos públicos señalaba: “Considerando que el reconocimiento, la verdad y la justicia son siempre los primeros pasos hacia la reparación, nos comprometemos con la ayuda del Consejo Nacional de Prevención de Abusos y Acompañamiento de Víctimas, a buscar criterios comunes en los procesos de reparación hacia las víctimas de abuso”.
Un paso más en nuestro caminar
El documento “Hacia caminos de reparación”, difundido ahora, responde a ese compromiso. Una comisión ‘ad hoc’ trabajó en su elaboración la que contó con el apoyo de 165 personas, muchos de ellos profesionales y expertos.
El mismo documento expresa que se inscribe en la trayectoria iniciada con las Líneas Guías “Cuidado y Esperanza” (2015), seguido por “Buenas Prácticas para ambientes sanos y seguros en la Iglesia” (2018) y las orientaciones “Integridad en el servicio eclesial” (2020).
Al dar a conocer el texto, el arzobispo Aós reconoció a los periodistas que este documento “es un paso más en nuestro caminar”, y que se trata de una propuesta “perfectible que se deberá ir enriqueciendo con el trabajo, práctica y testimonio de muchas personas, en especial en el diálogo y la escucha de los que han sufrido el abuso clerical”.
