Los miembros del equipo de pastoral social de la diócesis de San Carlos de Bariloche (Río Negro, Argentina) difundieron un comunicado dirigido a la comunidad, en la que destacaron el valor de la votación para la vida democrática. Además recordaron que este derecho nos asiste, gracias al esfuerzo de muchos que entregaron su vida para recuperarlo.
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En el mensaje, también resaltaron que, para la enseñanza social de la iglesia, la actividad política es “una de las formas más elevadas de la caridad”, y ha insistido en la responsabilidad que le cabe a la sociedad cuando allí se definen temas como el bien común y la búsqueda de la verdad, la justicia y la misericordia.
Recordaron las palabras del papa Francisco en Fratelli Tutti, en las que señala que ser parte de un pueblo es formar parte de una identidad común con lazos sociales y culturales. Se trata de un proceso lento, difícil. Por tal motivo, reclamaron, a la luz del Evangelio, recuperar la dimensión trascendente de la historia como hermanos y como pueblo de Dios.
Democracia adulta
Afirmaron que ante la pobreza, muchos gobiernos aceptan inversiones que terminan imponiendo condiciones desfavorables para la región, tanto en lo laboral como en el cuidado de los recursos propios.
La pastoral social barilochense cree que el compromiso de los dirigentes puede concretarse si son capaces de escuchar las necesidades del pueblo e interpretar los riesgos que cuestionen los privilegios y las injusticias, que promueva el cuidado y la inclusión de los postergados.
Consideraron que el momento del voto no es un acto aislado, sino fruto de la reflexión personal y de un diálogo abierto que ayude a la determinación. Prácticas como la escucha y la tolerancia son necesarias para alcanzar una democracia adulta.
También reconocieron el valor de los medios de comunicación como herramienta para obtener la información, pero destacaron que la falta de regulaciones hace que, en muchos casos, se desprecie la verdad y la promoción de los valores.
Nueva forma de vivir juntos
Ante la incertidumbre y el dolor de la pandemia, proponen sumarse al sueño de una “nueva forma de vivir juntos, como ya lo están haciendo quienes en cada una de sus acciones ponen al bien común en primer término”. Y agregaron: “Debemos alentar a estas personas y organizaciones para que su sensibilidad, sentido de la justicia y capacidad de gestión nos orienten hacia un desarrollo integral, que incluya a cada hermano y hermana, y que haga de la naturaleza la casa de todos”.
Para ellos, la región plantea problemas concretos, a los que no hay que restarle importancia o ignorarlos, sino “asumirlos como desafíos que reclaman urgencia, creatividad y justicia”.
Afirmaron que la pregunta a considerar es qué compromisos asumieron o prometieron asumir los candidatos ante estas situaciones para conocer si van a poder sostenerlo y si van a seguir escuchando al pueblo.
Desafíos
En el mensaje, los miembros de pastoral social puntualizaron los desafíos que necesitan respuestas, en el corto y mediano plazo:
- Generar nuevas fuentes de trabajo donde se estimule y se valore especialmente la participación de los pobladores, escuchando activamente a los jóvenes.
- Promover los mercados comunitarios, facilitando el transporte y los espacios de venta de la mercadería;
- Convertir la economía extractivista en una que industrialice la materia prima, y abandonar definitivamente los nocivos proyectos de la megaminería.
- Instrumentar una política de tierras y viviendas basada en una distribución justa y consensuada. La ausencia del Estado permitió que las tomas -con su violencia y sus abusos- sean la única respuesta para las necesidades de muchas familias.
- Respetar y aplicar las leyes locales y los acuerdos internacionales sobre los derechos de los pueblos originarios, y oponerse a cualquier forma de mentira y difamación sobre los esfuerzos legítimos por recuperar sus tierras.
- Terminar con los emprendimientos inmobiliarios que no cuentan con consenso social y no preservan los recursos naturales.
Sostuvieron que estos desafíos no van a brindar soluciones si no se hace una convocatoria a todos los ámbitos de la vida social para estudiarlos y resolverlos, especialmente el académico y el científico presentes en la región “y tan necesarios para contar con datos precisos y objetivos”.
Para concluir la reflexión citaron al papa Francisco, quien compartió un deseo en plena pandemia: “Ojalá que tanto dolor no sea inútil; que demos un salto hacia una forma nueva de vida y descubramos definitivamente que nos necesitamos y nos debemos los unos a los otros, para que la humanidad renazca con todos los rostros, todas las manos y todas las voces, más allá de las fronteras que hemos creado”.