La Comisión Episcopal para la Educación y Cultura muestra su pesar por los proyectos de Decretos de Enseñanzas Mínimas presentados a las comunidades autónomas
Los obispos españoles piden a las comunidades autónomas que amplíen el horario de la asignatura de Religión tras reducirlo al mínimo el Gobierno de Pedro Sánchez. La Comisión Episcopal para la Educación y Cultura ha mostrado hoy, en un comunicado, su pesar por los proyectos de Decretos de Enseñanzas Mínimas presentados a las comunidades.
“Se ha perdido la oportunidad de mantener al menos el horario mínimo de la LOE, ley a la que la LOMLOE da continuidad. Sorprende que en una apuesta por un modelo competencial se limite al mínimo posible la carga lectiva en un ámbito tan decisivo para la educación de la persona como es el de la Enseñanza Religiosa Escolar (ERE)”, apuntan en el comunicado
Asimismo, “considerando que, según regula la LOMLOE, las comunidades autónomas tienen competencia para determinar buena parte de los contenidos curriculares, solicitamos a las respectivas administraciones educativas una ampliación razonable del horario del área/materia de Religión, sin reducirlo a lo establecido por el Ministerio en el ámbito de sus competencias sobre Enseñanzas Mínimas”.
Del mismo modo, “mantenemos abierto igualmente el diálogo con el Ministerio para su posible regulación en el territorio de su competencia”, señalan en relación a las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
Por otro lado, “conocidos los proyectos de desarrollo de la LOMLOE, reconocemos que ha mantenido la oferta obligatoria de Religión católica en todas las etapas, desde el segundo ciclo de Infantil hasta Bachillerato, y que se ha regulado su evaluación ‘en los mismos términos y con los mismos efectos que las otras áreas/materias’. No se entiende, sin embargo, que en estos Proyectos dicha evaluación no sea tenida en cuenta en las etapas superiores, a efectos de la computabilidad”, destacan.
Además, consideran “un error que no se haya ofrecido al alumnado que no elige Religión un área/materia en condiciones equiparables; se evitaría todo riesgo de discriminación y habría sido una mejor respuesta a las exigencias derivadas de las competencias clave”.
La Comisión destaca que “ha intentado encontrar una solución positiva y asumible por todas las partes a la situación de la ERE, ofreciendo también propuestas concretas. En este tiempo que se abre tras la regulación de las Enseñanzas Mínimas, reiteramos la voluntad de diálogo con las Administraciones educativas en el ámbito de sus competencias”.
Por último, “conscientes de la importancia fundamental del bien de la educación para el alumnado, sus familias y toda la sociedad, proponemos la presencia de la propuesta educativa cristiana y el valor de su contribución al mundo de la enseñanza”. Y concluyen: “No perdemos la esperanza de llegar a acuerdos y pactos en materia educativa que sean inclusivos y que cuenten con todos”.