Para la diócesis de Bilbao, el Sínodo de la Sinodalidad no supone una ruptura o un ensayo con un estilo de ser Iglesia. Más bien, una continuidad que refuerza el camino que se viene realizando desde hace décadas. Si el objetivo de este proceso va más allá del cuestionario enviado desde Roma para convertirse en un modo de vida eclesial, en esta región vasca ya es una realidad.
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Así lo atestigua el hecho de que a lo largo de este mes de noviembre se esté celebrando una consulta para la elección de vicario general y vicarios episcopales territoriales. Tras una primera fase de sondeo realizada a mediados de septiembre, ahora se ha entrado en un segundo momento en el que se votará entre los tres sacerdotes candidatos que lograron más apoyo en la primera vuelta: Kerman López, Félix Alonso y Néstor Aras. Junto a este sondeo, que tendrá lugar de aquí al próximo 19 de noviembre, se seleccionará a los vicarios territoriales.
“No tienen que ser necesariamente 7, 6 o 5”, apuntan desde la diócesis, puesto que, si en vicarías cercanas “una misma persona recibiera apoyo coincidente y significativo, se le podría pedir al candidato que asumiera ambos territorios”.
Una isla en España
Esta manera de proceder bilbaína es una isla con respecto a la elección de estos cargos de responsabilidad en cualquier otra diócesis de España, teniendo en cuenta que en la mayoría de los casos suelen elegirse a dedo por parte del obispo correspondiente, desde el argumento de contar con un equipo de confianza para coordinar el engranaje local. En el procedimiento para elegir a la máxima autoridad de la diócesis después del obispo se especifica que se llevará a cabo previa consulta y no por designación personal.
El propio Joseba Segura accedió precisamente a su cargo como vicario general por esta vía en 2018 relevando al ya fallecido Ángel María Unzueta, un referente pastoral y como gestor eclesial en Euskadi. Precisamente ese aval popular pudo ser un elemento más a tener en cuenta a la hora de que se convirtiera en obispo de Bilbao.
Toda vez que se resuelva la terna que ahora se somete a consulta, el 3 de diciembre tendrá lugar la toma de posesión del vicario general junto a los territoriales. A partir de ese día, los vicarios iniciarán el proceso que conducirá a la elección de los miembros de los Consejos Presbiteral y Pastoral Diocesano el próximo mes de enero.
¿Futuro laical?
Aunque todos los candidatos son clérigos, desde el Foro de Curas de Bizkaia se propone iniciar un proceso de reflexión. “Aunque es bien sabido que se puede hacer una lectura de la normativa canónica que restringe el acceso a dichas candidaturas a presbíteros”, exponen desde este grupo, que invita, con la mirada puesta en el futuro, a seguir las experiencias favorables de otras Iglesias locales de América y Europa para hacer una relectura de la legislación eclesial para, “con sus debidas adaptaciones”, incluir a religiosos y laicos en “posiciones asimilables a las de los vicarios”.
En paralelo, y también en clave puramente sinodal, el pasado año también se llevó a cabo entre todos una consulta para preparar el VI Plan Diocesano de Evangelización que incluyó varias fases de trabajo personal y sesiones grupales de análisis de ida y vuelta para identificar objetivos y líneas de actuación. De esta misma manera, cuando el nuevo organigrama diocesano ya esté en marcha, se acabará de definir para activarlo.