El Vaticano perderá entre 110 y 150 millones de euros por la venta del edificio de Londres

Antes de final de año concluirá la operación que cerrará esta polémica inversión que ha propiciado la apertura de un proceso por las supuestas irregularidades cometidas con los fondos de la Secretaría de Estado

El Vaticano perderá entre 110 y 150 millones de euros por la venta del edificio de Londres

El Vaticano perderá entre 110 y 150 millones de euros en la venta del edificio comprado en un prestigioso barrio de Londres (en la imagen) por parte de la Secretaría de Estado con recursos del Óbolo de San Pedro, el fondo que se encarga de recoger las donaciones de los fieles para sufragar las obras de caridad del Papa y el funcionamiento de la Santa Sede. Aquella polémica operación propició la apertura de un proceso judicial dentro del minúsculo Estado debido a las supuestas irregularidades económicas cometidas. El pasado 6 de octubre se celebró la tercera audiencia de este juicio que se retomará el 17 de noviembre.



El diario británico Financial Times informó este lunes en su edición europea de los ‘números rojos’ que ocasionará al Vaticano la venta del edificio situado en el número 60 de la avenida Sloane de Londres. Fuentes eclesiales confirmaron a Vida Nueva la cuantía de las pérdidas, garantizaron la limpieza con que se está llevando a cabo la operación y explicaron que esta se concluirá antes de que termine el año. La Santa Sede logrará así dar carpetazo a una inversión en la que considera que ha sido estafada por diversos intermediarios y comisionistas y que desveló la falta de transparencia y profesionalidad con la que se gestionaban los fondos del Óbolo de San Pedro.

“Pagamos dos veces el coste inicial”

El edificio de oficinas londinense le costó al total al Vaticano unos 350 millones de euros, según los cálculos de la fiscalía vaticana. “Nos engañaron y al final pagamos dos veces el coste inicial”, aseguran a esta revista las citadas fuentes eclesiales. El inmueble será ahora vendido por una cifra que rondaría los 230 millones. Para recuperar todo el capital invertido hubiera sido necesario que el Vaticano gastara entre 70 y 90 millones de euros en una reforma profunda del edificio que permitiera luego venderlo a un precio más alto, pero no se ha querido gastar más en esta operación.

Aquella inversión propició el juicio en el que hay diez imputados por malversación y fraude en el uso de los fondos reservados. Entre ellos hay un cardenal: se trata del italiano Angelo Becciu, uno de los hombres más influyentes de la Curia romana en los primeros años de pontificado de Jorge Mario Bergoglio por su posición como sustituto de la Secretaría de Estado. Becciu siempre ha defendido su inocencia.

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