La Asociación de Alfombristas do Corpus Christi de Ponteareas confeccionará una alfombra de flores para la procesión con la Virgen, que se retoma este año tras la pandemia
Tras la pandemia, vuelve la procesión de la Virgen de la Almudena a Madrid este 9 de noviembre. La talla de la patrona de Madrid saldrá de la catedral y pasará por una alfombra de flores de unos 50 metros cuadrados elaborada por la Asociación de Alfombristas do Corpus Christi de Ponteareas (Pontevedra) para destacar el Año Santo Compostelano.
Además de la procesión, el cardenal Carlos Osoro, acompañado por los obispos auxiliares, los vicarios episcopales y el Cabildo, presidirá la Misa mayor a las 11:00 h. en la plaza de la Almudena, situada entre la catedral del mismo nombre y el Palacio Real. En ella, el alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida, renovará el tradicional Voto de la Villa.
Este año también se vuelve a retomar la tradicional ofrenda floral solidaria a la Virgen en la plaza de la Almudena. Se pide a los madrileños que honren a la patrona con flores y con alimentos no perecederos que serán donados a Cáritas Diocesana de Madrid y a la Comunidad de Sant’Egidio.
Además, tras el éxito del año pasado, se mantiene la Ofrenda virtual. Los más pequeños también podrán enviar imágenes del recortable del Museo Catedral de la Almudena o sus piezas artísticas a ofrendavirtualalmudena@archimadrid.es. El material ser irá subiendo a la cuenta de Flickr del Arzobispado y a las redes sociales a modo de ofrenda virtual a la Virgen.
Aunque hay tradiciones que vinculan la advocación de la Virgen de la Almudena con la predicación en España del apóstol Santiago. Otras más canónicas señalan que la imagen –el cuadro que hoy se venera en la cripta de la catedral– fue encontrada en 1085 durante la reconquista de Madrid por Alfonso VI de León en unos de los torreones de la muralla árabe de la ciudad cerca de donde hoy está el Palacio Real, en la cuesta de la Vega.
La imagen fue venerada inicialmente como Santa María la Mayor, pero el nombre de ‘Almudena’, de origen islámico, hace referencia directa a este hallazgo en la ‘al-mudayna’, el recinto militar que ocupaba la colina donde hoy están la catedral y el Palacio Real. Las leyendas sobre cómo el cuadro llegó a la muralla para protegerla de la invasión también son variadas. Una versión incluye al Cid Campeador encomendándose a la Virgen.
Los datos más claros la sitúan como la advocación venerada en la iglesia hecha en la Edad Media sobre la antigua mezquita en esa ciudadela militar de la que tomó el nombre que se ha mantenido hasta hoy, para singularizar esta imagen de Santa María.
La talla actual, evolución del cuadro inicial, está clasificada como del gótico tardía, representa a la Virgen como reina en el trono, con túnica de color rojo regio y un manto con vuelta en color azul que cubre sus hombros y cae por delante de la imagen. Con ambas manos sostiene al Niño Jesús, que está desnudo. Es de madera de pino dorada y ha sido relacionado con algunos círculos de escultores del siglo XV.
Siguiendo la tradición, la imagen estuvo vestida desde 1626 obteniendo un sinfín de mantos y vestidos, muchos de ellos como regalo de las reinas de España. Para la procesión del Corpus de 1890 recuperó su imagen natural, desposeída de los vestidos de tela.
La historia recoge que con frecuencia, tanto el cabildo, el pueblo o los reyes, han hecho diferentes votos ante la imagen de Santa María la Real de la Almudena. El más relevante es el que el regidor del momento hizo el 8 de septiembre de 1646 tras unas terribles las inundaciones que había sufrido la ciudad durante casi un año. El compromiso de aquel voto fue claro: “esta Villa vota la asistencia a la festividad de Nuestra Señora por siempre jamás…”
En 1977 la festividad pasó a celebrarse el 9 de noviembre, tras la el nombramiento pontificio de la Virgen de la Almudena como patrona de la nueva Archidiócesis de Madrid. El alcalde Juan de Arespacochaga y Felipe trasladó también a esta celebración esta renovación del Voto de la Villa del 8 de septiembre al 9 de noviembre.
La Catedral de Nuestra Señora la Real de la Almudena comenzó a gestarse –inicialmente como iglesia– en serio a partir de 1868 a petición de los devotos con el apoyo de la reina María de las Mercedes, esposa de Alfonso XII. El rey pondría la primera piedra en 1883. La iglesia pasará a ser Catedral cuando en 1884 Madrid es erigida en diócesis por León XIII. El Marqués de Cubas hará un diseño mayor pensando en una catedral con la Almudena en el Altar Mayor. Aunque los arquitectos se sucederán y las modificaciones también. En 1993, Juan Pablo II dedicó y consagró finalmente el templo, pero las mejoras han seguido…
Hoy en día la cripta es el templo de la Parroquia de Nuestra Señora de la Almudena.
A través de dos escaleras, los fieles se pueden acercar al altar donde está durante el año la Virgen de la Almudena, en la parte derecha de la catedral frente a la entrada que tiene por la calle Bailén que es la que se emplea a diario. La imagen de la Virgen de la Almudena ocupa el centro de un retablo pintado por Juan de Borgoña entre el siglo XV y XVI, formado por 18 escenas de la vida de Cristo.
La Almudena está sobre un trono de plata ofrecido por “la villa de Madrid”. Al acceder a venerar la imagen y besar la medalla a través de las escaleras se puede ver la sepultura de la reina Mercedes, justo debajo de la Virgen.
En el entorno de este altar hay también hay dos importantes esculturas: un Cristo atado a la columna de Giacomo Colombo (1698) y el Cristo nazareno de Juan Martínez Montañés (siglo XVIII).