El mensaje de los obispos, al término de la 124ª asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal de Chile, realizada en Lo Cañas (sector precordillerano de Santiago), llama a participar en los procesos eclesiales y electorales actualmente activos.
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En primer lugar, se refieren al proceso de participación hacia el Sínodo de los obispos que dicen haber acogido con entusiasmo. “Necesitamos seguir profundizando nuestra condición de Pueblo de Dios, que, ungido por el Espíritu, está llamado a hacerse responsable de la misión evangelizadora”, afirman los obispos.
Luego explican que “nuestra Iglesia en Chile lleva un tiempo de discernimiento, preparando la III Asamblea Eclesial Nacional, a la que se sumó el proceso de Asamblea Eclesial Latinoamericana y del Caribe. Reconocemos estos caminos, como una oportunidad para ser una Iglesia cada día más sinodal, profética y esperanzadora con Jesucristo en el centro, desterrando toda clase de abusos. Estos procesos contemplan una gran participación laical y tendrán su punto de encuentro en la Asamblea Eclesial Nacional, a realizarse en octubre de 2022”.
Cuidar la democracia
A continuación, se refieren al proceso eleccionario nacional que tiene un hito importante el próximo domingo 21 con las votaciones para elegir Presidente de la República, todos los diputados, la mitad de los senadores y 302 Consejeros Regionales de las 16 regiones del país.
Los obispos expresan su confianza en la participación de todos quienes puedan votar. “Es una forma excelente para cuidar la democracia y hacer respetar el Estado de derecho, reafirmando que Chile es un país de hermanos. Es una muy buena manera de promover el bien común y la paz social. Para los cristianos es necesario tener en cuenta que en las decisiones que afrontamos se juegan valores esenciales para una nación fundada en las enseñanzas del Evangelio, que estamos llamados siempre a custodiar y promover”, dicen los obispos.
También invitan al “Pueblo de Dios y a todos los habitantes de nuestro querido Chile a que promuevan espacios de fraternidad, de diálogo sincero y de un espíritu constructivo. Es urgente superar todas aquellas actitudes, palabras y actos que generan discordia, tensiones inútiles y odiosidad entre nosotros”, expresan aludiendo al tenso clima electoral actual.
Trabajar por la paz
Ese clima, con expresiones de violencia, motiva a los obispos a señalar que “mayor es la responsabilidad de buscar un clima de concordia entre quienes ejercen alguna función pública. Pensar en el país que le dejaremos a las futuras generaciones ha de ser un eje fundamental para articular nuestras decisiones. Es urgente un compromiso decidido y claro en contra de la violencia como forma de acción política”.
Piden trabajar por la paz y para superar las causas de inequidad. “La paz es fruto de la justicia (Isaías 32, 17)”, citan los obispos y argumentan que “los motivos de la violencia muchas veces suelen estar vinculados a la marginación social, a la falta de perspectivas frente al futuro, a una profunda inequidad en la distribución de los bienes que están destinados a todos y a demandas históricas no adecuadamente asumidas”.
También expresan preocupación por la situación de los migrantes, sobre todo porque “hemos visto, con dolor, en una parte de la población signos de xenofobia y de injustas discriminaciones”. Llaman a las autoridades “a que con diligencia colaboren para proporcionar ayuda a estas personas, mejorando y agilizando los procesos de regularización de quienes se encuentran en el país. La nueva ley de migraciones no puede desconocer la historia de acogida de nuestra patria”.
El mensaje concluye pidiendo a los miembros de la Iglesia “que seamos prontos y solícitos en buscar la voluntad de Dios en nuestras vidas en un ambiente de oración, fuente de gracia en todos nosotros”.
Desarrollo de la asamblea
La Asamblea se inició el lunes 8 y concluyó al mediodía de hoy viernes 12, con participación reducida por limitación sanitaria, por lo que hubo sesiones híbridas, on-line y presencial.
Como es costumbre, los obispos abordaron la situación socio-política del país con participación de expertos. Destacó aquí la revisión de la compleja situación migratoria que vive el país, donde organismos de Iglesia están prestando un valioso apoyo de asistencia y cuidado de la dignidad de los migrantes y las comunidades que les reciben.
También estudiaron el Sínodo de los obispos momento en el que escucharon una videoconferencia del teólogo Rafael Luciani, integrante de la Comisión Teológica del Sínodo, quien invitó a asumir el desafío de “caminar juntos” del Pueblo de Dios como modo de ser Iglesia para el presente y el futuro, en diálogo con la sociedad. En este punto también analizaron la integración del proceso hacia la asamblea eclesial nacional, con la preparación del Sínodo de los obispos.
Otro de sus temas de estudio fue la vida de los presbíteros, destacando la participación desde Roma del Secretario de la Congregación para el Clero, el obispo chileno Andrés Ferrada.
Otros temas revisados con atención por los obispos fue la prevención y reparación de abusos junto con el Consejo Nacional de Prevención de Abusos y Acompañamiento a las Víctimas, así como asuntos vinculados a la catequesis y otros temas pastorales.
