“En estas sociedades de lo políticamente correcto nos han llegado a convencer que Dios y nuestra fe se tiene que cerrar a lo privado, fuera de la esfera pública”. Con estas palabras, María San Gil arrancó su conferencia en el XXIII Congreso Católicos y Vida Pública que se celebra este fin de semana en Madrid con la ‘corrección política’ como hilo conductor.
- El Podcast de Vida Nueva: la nueva presidencia de CONFER
- ¿Quieres recibir gratis por WhatsApp las mejores noticias de Vida Nueva? Pincha aquí
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
Por eso, de inmediato, la que fuera presidenta del Partido Popular del País Vasco, comentó que “somos muchos los que queremos reivindicar nuestra condición de católicos, alzar la voz, hacernos notar”. Para ello, instó a los presentes en el aula magna de la Universidad San Pablo CEU a “saltar la barrera de lo cómodo y lo fácil” para “dar testimonio del proyecto de Dios, de nuestra fe”.
Tsunami de corrección
La vicepresidenta de la Fundación Villacisneros lamentó que “más que una ola de una corrección política, es un tsunami”. Por ello, expresó que “quienes defendemos el humanismo cristiano, tenemos que reconocer que en este momento casi no existimos, o no existimos con la fuerza de la que deberíamos existir”.
“Si nos critican y nos atacan es porque molestamos, pero tenemos que hacer lo correcto”, comentó sobre quienes cuestionan la presencia del hecho religioso en la esfera pública. “El ‘ladran, luego cabalgamos’, debería ser nuestra seña de identidad”, suscribió para llamar a una movilización desde el ámbito cristiano: “Tenemos que empezar a alzar la voz y manifestarnos, tenemos que rebelarnos”. Para ello, recomendó no dar ese paso al frente de cualquier manera: “Tenemos que ser suaves en las formas, pero enérgicos e inamovibles en nuestros principios y creencias”.
Ingeniería social
En este contexto, acusó al Gobierno de Sánchez de haber puesto en marcha “minuciosa ingeniería social diseñada desde una concepción intransigente” para que “no nos atrevamos a cuestionar la agenda ideológica y los debates que nos imponen” con el fin de “perpetuarse siempre en el poder” y “destruir nuestro régimen constitucional”.
Desde ahí, cargó una a una con todas las leyes del que denominó como Frente Popular, desde la reforma educativa, la memoria histórica, las ley trans… Para San Gil, se están planteando “mentiras y eufemismos envueltos en un precioso celofán” que se sirven del lenguaje para hablar de ‘muerte digna’ o ‘interrupción del embarazo’, cuando en realidad se trata de ‘eutanasia’ y ‘aborto’.
No quedarnos impasibles
“Frente a la destrucción de nuestros valores no debemos quedarnos impasibles”, insistió, a pesar de que está convencida de que “a los discrepantes nos quieren demonizar y cancelar”. Por eso, animó a los congresistas a sumarse a la asociación NEOS, una plataforma ciudadana que se presentará el próximo 26 de noviembre y de la que ella forma parte. “Es una brújula que busca ser una “alternativa cultural para el fortalecimiento de principios como la vida, la verdad, la dignidad de la persona y la familia, la libertad -singularmente religiosa, la nación y la Corona”.
En su ponencia, la política donostiarra reivindicó la figura del fallecido Gregorio Ordoñez como el político que “nunca se puso de perfil” ni se dejó guiar por las encuestas, lo que le costó la vida. No en vano, San Gil fue testigo directo de cómo ETA le asesinó con un tiro en la nuca.