El pensador Rémi Brague está convencido de que “nuestra cultura actual está atrapada en una suerte de perversión del sacramento de la penitencia”. Para el historiador y profesor emérito de la Sorbona hoy por hoy “tenemos confesiones por doquier y queremos que otros se confiesen y arrepientan”.
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“Sin embargo, no hay absolución alguna, no existe el perdón, por lo que tampoco existe ni la esperanza de una nueva vida ni la voluntad de tomar sus riendas. Ojalá podamos recobrar nuestra capacidad para perdonar”, reinvidicó durante su ponencia en la segunda jornada del XXIII Congreso Católicas y Vida Pública que se celebra este fin de semana en Madrid con la “corrección política” como epicentro.
Pasado y presente
Brague ahondó en el concepto de ‘cultura de la cancelación’ para explicar que todos los movimientos ligados a ella “no solo tienden a juzgar el pasado a partir del presente, sino que además se da una estrategia muy fácil que consiste simplemente en ignorar el pasado”. Desde ahí, enfatizó cómo “no nos damos cuenta del alcance de esta ignorancia en las generaciones de hoy en día. Ignorar y no querer saber es, sin duda, la peor actitud que podemos adoptar”.
En el marco de su presencia en la Universidad San Pablo CEU, el investigador alertó de cómo la ‘cultura de la cancelación’ viene de un largo recorrido: “Estamos en la última fase (por ahora) de un largo proceso que empezó en la antesala de los tiempos modernos”. En este sentido, matizó que tiene como objetivo “construir un nuevo edificio de conocimiento cimentado sobre un terreno completamente nuevo”. De hecho, no dudó en alertar de cómo “solo Stalin afirmó que no le temblaría el pulso a la hora de decidir realizar una purga y enviar a la gente al paredón”.