El manifiesto del XXIII Congreso Católicos y Vida Pública llama a acabar con “la dictadura ideológica” para construir “la paz social y el auténtico progreso”
La Asociación Católica de Propagandistas se ha propuesto “combatir” la que considera “dictadura de la corrección política” en favor de “la paz social y el auténtico progreso”. Así se expone en el manifiesto en el que se recogen los compromisos nacidos del XXIII Congreso Católicos y Vida Pública, celebrado este fin de semana en Madrid.
Para los propagandistas, España atraviesa “una pandemia que ataca las ideas, las libertades y el espíritu”. Así lo expuso de viva voz el profesor de la Universidad CEU San Pablo, Pablo Sánchez Garrido, que fue el encargado de presentar el documento que denuncia la existencia de “un movimiento ideológico que ha sido calificado como un nuevo totalitarismo” que está salpicado por una “pseudo-religiosidad sectaria”.
En el manifiesto promovido por esta plataforma creyente se alerta de cómo está calando en “el fuero íntimo de las conciencias, las familias, los colegios, las iglesias, la economía, el ocio, el lenguaje, los gestos…”. Incluso se describe “la abolición de Dios que viene promulgando el secularismo y que está en la raíz de la corrección política, provoca la abolición de lo humano, así como de su dignidad, de su libertad y de su desarrollo moral”.
Los congresistas también avisan de cómo “amenaza con destruir las raíces civilizacionales de la democracia, la tolerancia, la solidaridad, la igualdad ante la ley, el imperio de la ley, así como de las libertades recogidas en las cartas de derechos humanos y, en definitiva, de los valores y creencias que vivificaron e hicieron grande nuestra tradición occidental y europea”.
En este sentido, se aprecia desde la Asociación que “la ideologización y la incursión en instituciones de la UE, o de organismos internacionales como la ONU, suponen un grave riesgo que socava sus principios constitutivos haciéndolas caer en un dirigismo cultural y en una manipulación al servicio de intereses espurios”.
En el manifiesto se van intercalando algunas de las reflexiones lanzadas por los ponentes que desde el viernes han tomado la palabra en el aula magna de la Universidad CEU San Pablo, como el eurodiputado polaco Ryszard Legutko, la política vasca María San Gil o el dramaturgo Albert Boadella.
“No hay que limitarse a protegerse o replegarse, como dice el Papa Francisco, hay que ser una Iglesia en salida”, reivindican los propagandistas en un documento en el que llaman a ser “proactivos tanto en la defensa, como en la construcción de una ‘civilización del amor’”, tomando como referencia este término de Pablo VI.
Entre las medidas a adoptar, desde el Congreso Católicos y Vida Pública, se reclama una defensa de la libertad religiosa e ideológica, de expresión, de cátedra y de enseñanza. En este sentido, se habla incluso de un “entorpecimiento del libre ejercicio y manifestación de la fe en el ámbito público (a través de símbolos, fiestas, etc.) bajo capa de protección de otras minorías religiosas o de la no confesionalidad”. Además, se llama a los centros educativos católicos a no “doblegarse ante las exigencias ideológicas que atenten contra sus principios” desde una protección “a sus profesores frente a coacciones y cancelaciones injustas”.
Los participantes en este foro de debate también consideran que se está vulnerando la labor investigadora en el ámbito científico a la par que se está mermando la pluralidad en la cultura y el pensamiento. “La cancelación de grandes autores clásicos constituye una aberración anacrónica”. Así se plantea en un manifiesto que invita a “emprender una batalla cultural bien entendida desde la ‘parresía’” ccon la apuesta por aterrizar la Doctrina Social de la Iglesia “plenamente, desde sus tratados de Economía, Derecho y Política, que defienden la auténtica Justicia Social, así como a los excluidos y a los pobres –amados con predilección por Dios y por la Iglesia-, hasta los tratados más controvertidos hoy, que defienden la Vida y la Familia”.
Durante el acto de clausura, el director del congreso, Rafael Sánchez Saus, apeló a la urgencia de “anunciar el Evangelio de manera íntegra, sin recortes ni adaptaciones al mundo” ante la “mega ideología de nuestro tiempo”. “A todos compete, cristianos o no lo que está en juego”, añadió. Por su parte, el presidente de la Asociación Católica de Propagandistas, Alfonso Bullón de Mendoza, cerró el encuentro con cierta ironía: “Pido disculpas si hemos sido demasiado políticamente correctos dentro de la incorrección política”.
Organizado por la Fundación Universitaria San Pablo CEU y la entidad fundada por el jesuita Ángel Ayala, las cuatro ponencias y ocho talleres del congreso, amén de un programa específico para jóvenes, se han podido seguir en formato presencial y online.