El presidente de la Conferencia Episcopal Española, Juan José Omella, está especialmente preocupado por la crisis económica y social acrecentada por la pandemia del coronavirus. Es más, en su discurso de apertura en la Asamblea Plenaria de otoño de los obispos, reivindicó lo que vendría a ser un pacto multilateral para “potenciar la formación profesional”.
Así, hizo un llamamiento a los Ministerios de Educación y Trabajo, las patronales de los empresarios, los sindicatos, las asociaciones educativas privadas y la Iglesia. “Apartemos ideologías y caminemos juntos para hacer frente al reto del paro juvenil”, propuso. Desde ahí, mostró que “en este ámbito de la formación profesional, la Iglesia puede ofrecer su gran experiencia demostrada durante decenios formando profesionalmente a millares de jóvenes”.
“La gran familia que es la Iglesia, el Pueblo de Dios en camino, quiere colaborar más activamente con las instituciones políticas y civiles para hacer posible este necesario cambio que haga posible salir ‘mejor’ la crisis que estamos padeciendo”, insistió.
El cardenal arzobispo de Barcelona constató además que “son muchos, muchísimos, los hermanos y hermanas nuestros que están sufriendo o van a sufrir en sus carnes la dureza de esta crisis”. Echando mano de los datos de Cáritas Española, recordó que “11 millones de personas se encuentran en situación de exclusión social, de los que dos millones y medio están en situación de extrema vulnerabilidad”.