La Santa Sede ha hecho público hoy, lunes 15 de noviembre, el nombramiento de José Luis Retana Gozalo (Pedro Bernardo, 1953) como obispo de Salamanca y Ciudad Rodrigo bajo la fórmula ‘in persona episcopi’ (‘en la persona del obispo’), de tal forma que tendrán el mismo obispo pero sin que se modifique la estructura de ninguna de las dos diócesis.
El papa Francisco ha nombrado al hasta ahora obispo de Plasencia para ambas diócesis, por lo que la histórica sede mirobrigense no contará con obispo residencial como vienen pidiendo los fieles –con el Centro de Estudios Mirobrigenses al frente– desde la renuncia de Raúl Berzosa en enero de 2019. De esta manera, se produce una anexión diocesana como ocurre con Huesca y Jaca o como ocurrió en el pasado con Coria y Cáceres.
Retana, tras cuatro años en Plasencia, sustituirá a Berzosa en Ciudad Rodrigo y a Carlos López Hernández en Salamanca, pues este había pedido la renuncia hace casi un año al haber cumplido los 75 años, edad marcada por el Código de Derecho Canónico para la jubilación episcopal.
José Luis Retana nació en Pedro Bernardo (Ávila) el 12 de marzo de 1953. Ingresó en el seminario menor de Ávila en 1964 para ingresar después, en 1968, en el seminario mayor. En 1971 entró en el Teologado que la diócesis de Ávila tiene abierto en Salamanca, para realizar los estudios de Teología en la Universidad Pontificia de Salamanca (1971-76), donde se graduó en Bachiller de Teología el año 1977.
Posteriormente marchó a Friburgo (Suiza) para ampliar sus estudios de licenciatura (1976-78). En 1979 obtuvo la Licenciatura en Teología por la Universidad Pontificia de Salamanca. Fue ordenado sacerdote el 29 de septiembre de 1979.
Hasta su toma de posesión como obispo de la Diócesis de Plasencia, ha sido vicario episcopal para las instituciones de enseñanza de la diócesis de Ávila (desde 2012). Fue deán de la catedral de Ávila (desde 2015 hasta 2017) y adjunto a la dirección de Patrimonio (desde 2002 hasta 2017).
También ha ejercido como director del centro de educación especial Santa Teresa de Martiherrero para enfermos psíquicos y consiliario del Movimiento Comunión y Liberación (desde 2002 hasta 2017); párroco de San Pedro Bautista de Ávila y arcipreste del arciprestazgo de la ciudad de Ávila (desde 2012 hasta 2017). Fue miembro del colegio de consultores y del consejo presbiteral (desde 1998 hasta 2017).
En su ministerio sacerdotal, desarrollado en la diócesis de Ávila, ha desempeñado, entre otros, los siguientes cargos: formador y profesor en el colegio diocesano Asunción de Nuestra Señora (1979-1993); rector del seminario diocesano de Ávila en Salamanca (1993-1999/2003-2012); vicario parroquial en la parroquia del Inmaculado Corazón de María en la ciudad de Ávila (1999-2003) y vicario episcopal para las relaciones con las instituciones diocesanas de Enseñanza y secretaría particular del obispo (1997-2006).
También durante su ministerio sacerdotal ha atendido las comunidades cristianas de Albornos, Muñomer, Narros de Saldueña, Villanueva de Ávila, Aldeaseca, Tornadizos de Arévalo y Donvidas.
En la Conferencia Episcopal Española es miembro de la Comisión Episcopal para la Educación y Cultura.
Tras el aluvión de nombramientos de este lunes –obispo de Salamanca y Ciudad Rodrigo, arzobispo castrense y auxiliar de Toledo– el nuncio apostólico en España, Bernardito Auza, continúa teniendo tarea, pues hay 5 diócesis españolas que continúan en sede vacante. Plasencia, Coria-Cáceres, Terrassa, Solsona y Calahorra y La Calzada-Logroño esperan pastor.
Siete sacerdotes han promocionado al episcopado en los dos años de Auza en España, pues el resto han sido traslados: Javier Vilanova, como obispo auxiliar de Barcelona; Francisco Prieto, como obispo auxiliar de Santiago; Fernando García Cadiñanos, como obispo de Mondoñedo-Ferrol; José Antonio Satué, como obispo de Teruel y Albarracín; Vicente Ribas Prats, como obispo de Ibiza y Formentera; Francisco César García Magán, como obispo auxiliar de Toledo; y Fernando Valera, como obispo de Zamora.
Por otro lado, Auza cuenta con 9 mitrados con su plan de jubilación sobre la mesa: Francesc Pardo, obispo de Girona, Eusebio Hernández Sola, obispo de Tarazona; Antonio Cañizares, arzobispo de Valencia; Carlos Osoro, arzobispo de Madrid; Julián Barrio, arzobispo de Santiago; Jesús Murgui, obispo de Orihuela-Alicante; Juan José Omella, arzobispo de Barcelona; Ricardo Blázquez, arzobispo de Valladolid; y Atilano Rodríguez, obispo de Sigüenza-Guadalajara.
Otro prelado debe presentar la renuncia, puesto que cumple 75 años este 2021: Adolfo González Montes, obispo de Almería. Sin embargo, ya está de salida, puesto que el pasado 25 de mayo un decreto desde Roma cedía la batuta a su coadjutor, Antonio Gómez Cantero.