Con motivo del sexto aniversario de la publicación de la encíclica Laudato si’, los obispos de Escocia crearon el 23 de mayo, domingo de Pentecostés, la Oficina para el Cuidado de la Creación, y situaron al frente de la misma al obispo de la Diócesis de Galloway desde 2015, William Nolan.
“Como Iglesia, debemos discernir qué cambios tenemos que hacer en el modo de vida que hemos dado por sentado, pero que ahora reconocemos como insostenible”, han señalado los prelados escoceses en una pastoral conjunta en la que insisten que “todos debemos trabajar con un sentido de urgencia para discernir lo que hay que hacer y realizar los cambios necesarios”.
Ahora, durante la COP26, la Conferencia Episcopal católica ha organizado también en Glasgow –sede arzobispal que en estos momentos está vacante– una “misa internacional” los domingos en la parroquia de San Luis, en el centro de la ciudad, pensando en los delegados oficiales, los visitantes y trabajadores de la conferencia climática.
Además, en la parroquia de San Patricio de Anderston –la más cercana al recinto de la COP26–, se han organizado oraciones, vigilias tipo Taizé y se ha ampliado el horario de apertura para ofrecer a los políticos, expertos, delegados y activistas medioambientales “un poco de paz y tranquilidad en medio del ajetreo de la conferencia, que a algunas personas les puede gustar ¡o pueden necesitar!”, señala el párroco, Paul Gargaro.
PREGUNTA.- ¿Qué supone para la Iglesia en Escocia que la COP26 se celebre en Glasgow?
RESPUESTA.- La Iglesia católica de Escocia comenzó a prepararse para la COP26 hace dos años. Queríamos que esta Cumbre del Clima fuera un foco de atención para insistir a la comunidad católica sobre la importancia de la crisis medioambiental y para promover las enseñanzas de Laudato si’. Se ha elaborado en este tiempo material de oración e información para que las parroquias lo utilizaran durante el llamado ‘Tiempo de la Creación’.
También se ha animado a que las parroquias se pudieran unir a las eco-congregaciones (una iniciativa ecuménica de Escocia que anima a las parroquias a emprender acciones prácticas y a avanzar hacia la creación de una red con cero emisiones). Se han elaborado subsidios para los colegios y muchos de ellos se han inscrito como ‘Escuelas Laudato si’’. Los obispos también hemos publicado una carta pastoral conjunta el día de Pentecostés en la que hemos destacado el alcance de la crisis medioambiental.
La Iglesia en Escocia también ha ratificado su intención de ir retirándose de las empresas de combustibles fósiles. Muchas de estas decisiones ya habían sido tomadas, pero el hecho de que la COP26 se celebrara en Glasgow ha sido un impulso para acelerar estas decisiones y tomarlas ahora. El hecho de que la COP26 haya venido hasta Glasgow nos ha impulsado, ya que ha puesto nuestras propias prácticas medioambientales en el punto de mira.
P.- ¿Qué propuesta lleva la Iglesia católica a esta conferencia internacional?
R.- El diálogo interreligioso ha sido un aspecto importante en la preparación de la COP26. El papa Francisco recibió a 40 líderes religiosos en Roma y firmaron un llamamiento conjunto el pasado 4 de octubre. En Glasgow hemos celebrado una concentración interconfesional, el domingo 31 de octubre. Es maravilloso ver el mensaje de armonía que han testimoniado estos líderes religiosos.
Dado que el 80% de la humanidad pertenece a una religión, la Iglesia católica y otras confesiones demuestran a los líderes mundiales que la humanidad está unida en esta cuestión. La Iglesia lidera la llamada a la conversión y al cambio de estilo de vida. La Iglesia trata de convencer a los políticos de que, si toman decisiones valientes al respecto, la sociedad civil, alentada por la Iglesia y otras confesiones, responderá positivamente a los sacrificios y a los desafiantes cambios de estilo de vida que se requieren.