El papa Francisco concluyó la audiencia general de este miércoles, en la que comenzó un ciclo de catequesis dedicadas a san José, con un nuevo llamamiento a favor de las víctimas de las pederastia. Con motivo de la celebración este jueves en Italia de la primera Jornada Nacional de Oración por los Supervivientes de los Abusos, promovida por el episcopado local, el Pontífice mostró su deseo de que esta iniciativa pueda ser “una ocasión de reflexión, de sentido de sensibilización y de oración, para apoyar el camino de recuperación humano y espiritual de las víctimas”.
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En su saludo en los distintos idiomas al final de la audiencia general, celebrada en el Aula Pablo VI del Vaticano, el obispo de Roma recordó el “deber imprescindible” de “proteger y respetar a los adolescentes y a los niños” que tienen todos aquellos que ejercen “alguna responsabilidad educativa en la familia, en la parroquia, en la escuela o en los lugares recreativos o deportivos”. Es precisamente en esos ambientes donde “suceden la mayoría de los abusos”.
Al profundizar en la figura de san José durante su catequesis, Jorge Mario Bergoglio destacó la importancia de Belén y Nazaret en la Sagrada Familia, lo que nos dice que “la periferia y la marginalidad son predilectas de Dios”. “No tomarse en serio esta realidad equivale a no tomarse en serio el Evangelio y la obra de Dios, que continúa manifestándose en las periferias geográficas y existenciales”, dijo el Papa, advirtiendo a continuación de que Jesús actúa “a escondidas en las periferias” y que va a buscar “a los pecadores” y también a quienes “han sufrido el mal”, como “los enfermos, los hambrientos, los pobres, los últimos”.
La Iglesia, “llamada a partir de las periferias”
La sociedad contemporánea no dista mucho de la que existía en los tiempos de Jesucristo por su nivel de exclusión. “También hoy existe un centro y una periferia. Y la Iglesia está llamada a anunciar la buena noticia a partir de las periferias. San José recuerda a la Iglesia que debe fijar la mirada en lo que el mundo ignora voluntariamente, en las sombras, en las periferias”, destacó Francisco.
En la parte final de su catequesis, el Pontífice mostró el deseo de que su mensaje de este miércoles llegara de manera particular “a todos los hombres y mujeres que viven en las periferias más olvidadas y que atraviesan situaciones de marginalidad. Que san José los proteja, y no se olviden de acudir a él en todo momento con confianza y amor filial”.