La noche de este 16 de noviembre, Gloria Cecilia Narváez, la religiosa secuestrada en África por una célula de Al Qaeda, arribó a Colombia.
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Según un vídeo en directo de su congregación, la monja llegó a la casa general de las Franciscanas, ubicada en el barrio Modelia de Bogotá.
Todas sus hermanas de comunidad y vecinos del sector se abocaron a darle un recibimiento con cánticos y alegría.
Confiando en Dios
“De verdad para mí es una gran emoción saber que como a San Francisco de así, el Señor me dio el don de tener hermanos y hermanas”, fueron las primeras palabras de Gloria Cecilia a su comunidad.
“Me sentí acompañada por su oración y como decía la Madre Caridad alabar o callar. Callar para que Dios nos dé piedra y Dios no se deja ganar en generosidad”, acotó.
Asimismo ha asegurado que vivió “esta experiencia de fe confiando en Dios y espiritualmente en cada una de mis hermanas”. Relata que en su tiempo de cautiverio espiritualmente “alabó a Cristo eucaristía”.
Narró parte de su periplo por el desierto del Sahara, en la región meridional de Malí, donde según cuenta sus captores infringían daño: “Destruían pueblos, mataban a cautivos, entre otros”.
“En esos momentos me aferraba más a Dios, pedía a Dios que les diera la fe que yo tenía y como San Francisco de Asís, me repetía, si te azotan, bendícelos”, agregó.