Juan Antonio Aznárez (Eibar, 1961) es el elegido para estar al frente del arzobispado Castrense. El hasta ahora auxiliar de Pamplona y Tudela toma el testigo de Juan del Río, fallecido el 28 de enero de 2021. El prelado será el encargado de prestar servicio a las Fuerzas Armadas y a los Cuerpos de Seguridad del Estado, además de prestar atención espiritual a la Casa Real, después de los más de 12 años que su antecesor prestó este servicio. Pocas horas después de hacerse público su nombramiento, el mitrado comparte con Vida Nueva sus primeras impresiones antes de tomar posesión el próximo 9 de enero en la catedral Castrense.
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PREGUNTA.- ¿Qué piensa uno cuando le llama el nuncio?
RESPUESTA.- Dos días antes me llamaron de la Nunciatura pidiéndome el correo y el teléfono. Sospechaba que algo había, pero no sabía. Lo que me sorprendió fue el destino, no la llamada del nuncio. Normalmente tienes en mente la posibilidad de una diócesis territorial y no personal, pues son la inmensa mayoría. Pero lo que viene del cielo es bueno. Desde que fui ordenado esa es mi experiencia: hacer caso a lo que el Señor me pide por medio de la Iglesia siempre es bueno. El Papa me ha pedido que preste este servicio y yo me fio.
P.- Usted fue militar antes que seminarista…
R.- Con 24 años estuve en el regimiento de caballería en Bétera (Valencia), donde realicé el servicio militar después de hacer mis estudios universitarios de Filología hispánica. Era tirador de carro de combate.
Escuchar, ver y aprender
P.- Su obispo, Francisco Pérez, también fue arzobispo Castrense. ¿Le ha pedido consejo?
R.- Sí, tengo a un buen asesor. Me ha ido contando su experiencia, que vivió en un ambiente muy acogedor. Trataré de atender espiritualmente no solo a los militares, los guardias civiles y los policías nacionales, sino también a sus familias. Hay mucho trabajo pastoral. Lo primero cuando llegas a un sitio es escuchar, ver y aprender.
P.- Del Río ha dejado huella…
R.- Se nota que le aprecian mucho, lo que es un signo de que ha trabajado bien. Por ejemplo, relanzó la Cáritas Castrense.
