“Me gustaría que las personas que aún no han sido vacunadas estén dispuestas a repensar su actitud”, ha dicho
GRAF8958 RIO DE JANEIRO (BRASIL), 04/05/21.- Una mujer que lleva una máscara protectora, fotografiada después de recibir una dosis de la vacuna de Pfizer/BioNTech contra la covid-19 este martes en la clínica Familiar en Río de Janeiro, Brasil. El Ministerio de Salud de Brasil recibió el primer lote de vacunas de Pfizer con 1 millón de dosis, que se distribuyeron a todas las capitales del país. EFE/André Coelho
El obispo de Dresde, Heinrich Timmerevers, considera que la vacunación contra el Covid-19 debería ser obligatoria Y lo ha explicado en una entrevista con el Dresdner Neuesten Nachrichten, recogida por Katholisch: “Veo que en este momento el estado todavía está intentando, con los medios moderados de convicción, dejar la responsabilidad al individuo. Considero ético y justificable introducir las vacunas obligatorias”.
Y es que, para Timmerevers, que actualmente reside en una de las zonas de Alemania con mayor incidencia del virus (960 personas por cada 100.000 habitantes), “que la propia libertad se defina al precio de poner en peligro a los demás, destruye nuestro sistema social de solidaridad y es egoísmo para las necesidades de los demás”.
La pandemia es una “prueba de carácter”, enfatizó Timmerevers. “Me gustaría que las personas que aún no han sido vacunadas estén dispuestas a repensar su actitud y a que se vacunen por responsabilidad para con los demás y la sociedad. Y espero que las que ya han sido vacunadas no miren con desprecio otros, pero anímelos a pensar juntos en la libertad y la responsabilidad”, añadió.
Timmerevers es uno más de los obispos alemanes que, desde la semana pasada, se encuentran haciendo campaña a favor de la vacunación contra el coronavirus. “Vacunarse contra el coronavirus es una obligación moral para todos, a menos que existan razones de salud en su contra”, dijo el obispo de Osnabrück, Franz-Josef Bode. “No solo somos responsables de nosotros mismos, sino también de nuestros vecinos”, apuntaba el obispo de Eichstatt, Gregor Maria Hanke.