El Papa se ha reunido hoy con 71 jóvenes de Scholas Occurrentes
El papa Francisco ha asistido hoy a un encuentro con 71 jóvenes de Scholas Occurrentes, 50 de los cuales comenzarán un año de formación humana y política inspirados en la encíclica ‘Fratelli Tutti’. “Cuando perdemos la capacidad de encuentro en otro, el alma y el corazón se fosilizan. Y caemos en lo socialmente correcto, donde no hay originalidad”, les ha recordado Francisco. Asimismo, el Papa ha enfatizado que “la creatividad es aquello que impulsa, pero es un riesgo”, y la necesidad de no perder “la capacidad de sonreír, de estar abierto a los demás. Y entrar en el riesgo de la vida sin miedo”.
Por otro lado, por la diversidad de los jóvenes del encuentro, la cita ha estado especialmente centrada en la realidad de los refugiados. Así, el Papa ha explicado que “la condición de refugiado siempre indica que saliste de un lugar que era tuyo, y te pusiste en camino por alguna necesidad. Los refugiados que arriesgan su vida escapando tienen una sola obsesión: salir”.
“Hoy día”, ha continuado, “la vida de un refugiado es muy dura”. Además, Francisco ha explicado que ha estado viendo “lo que ocurre en las costas de Libia con aquellos que van de vuelta, con los que son atrapados por las mafias que los torturan, que los explotan. A las mujeres las venden“. Por eso, ha instado a que “cuando hablemos de refugiados, no hablemos de cifras. Hablemos de hermanos y hermanas nuestras”.
“Ser refugiado es caminar sin suelo seguro”, ha dicho el Papa. “La vida de un refugiado es vivir en la calle, pero no en tu calle, en la de tu ciudad, sino en la calle de la vida, donde te ignoran, te pisotean. Te tratan como la nada. Por eso tenemos que abrir nuestro corazón a los refugiados. Porque son personas que escaparon para vivir. El egoísmo nuestro nos lleva a la psicología de la indiferencia”.
“El Mediterráneo se está convirtiendo en el cementerio más grande del mundo”, ha afirmado el Papa, reconociendo a su vez que, con esto, no quiere que los jóvenes “se torturen”, pero sí que “se metan dentro” de esta realidad y tomen partido de ella.