La basílica de Valencia organiza este acto de piedad a su patrona con “pase reverencial” y la asistencia de un centenar de voluntarios
Desde este miércoles, 24 de noviembre, la Basílica de la Virgen de los Desamparados de Valencia ha acogido el solemne Besamanos a la Mare de Déu que de forma excepcional se ha organizado cumpliendo los protocolos sanitarios. Para ello, los devotos –algunos tras hacer cola durante la madrugada– han realizado un “pase reverencial” ante la imagen de la Virgen, a la que no se la besa o toca.
Tras meses de prácticas restringidos, este es un besamanos “extraordinario organizado para que todos los devotos que quieran puedan presentar sus súplicas a la Mare de Déu sobre todo en este tiempo que vivimos tan difícil de la pandemia en el que nos acordamos de todos los enfermos y fallecidos por el covid-19”, según ha explicado el vicerrector de la Basílica, Álvaro Almenar, según informa el obispado.
La primera devota en entrar ha sido Ana Isabel Gómez, que estaba esperando desde las 04.45 horas de la madrugada para poder acceder al templo. “Tengo mucho que pedir y muchas gracias que dar y qué mejor momento que el Besamanos porque habitualmente no podemos estar tan cerca de Ella”, señalaban algunos de los participantes. Durante la jornada se realizan oraciones por el fin de la pandemia y las víctimas del coronavirus; así también, se puede colaborar con la Fundación Maides, Villa Teresita, Provida y obras de caridad de la basílica.
Para este acto, trasladado desde el mes de mayo, en la basílica cuentan con un centenar de voluntarios de los Seguidores de la Virgen, de la Corte de Honor y els “Eixidors” que en grupos de 20 velan por el cumplimiento de las medidas sanitarias. Además, se cuenta con la asistencia de un equipo de emergencias médicas de la Cruz Roja.