Cultura

La Sagrada Familia, coronada





La Sagrada Familia irradiará la luz de la Virgen María. “Después de que hayan transcurrido estos dos años tan duros de pandemia, en los que los ánimos no han estado demasiado altos, para nosotros es una satisfacción que esta luz irradie esperanza y alegría a la ciudad de Barcelona, un mensaje que coincide perfectamente con lo que Antoni Gaudí quería transmitir”, afirma Esteve Camps, presidente delegado de la Fundación Junta Rectora del Templo Expiatorio de la Sagrada Familia. Así será desde el 8 de diciembre.



“La inauguración de la torre de la Virgen María es una gran satisfacción –añade Camps–. Primero, por coincidir con la fiesta de la Inmaculada y, después, porque se termina la segunda torre más alta del proyecto de Antoni Gaudí, que es una torre de 138 metros, toda ella labrada, con 800 ventanas por las que saldrá la luz al exterior y que finaliza con la estrella luminosa de mañana, tarde y noche, que iluminará la ciudad”.

La Fundación Junta Rectora del Templo Expiatorio de la Sagrada Familia ha previsto una amplia celebración para compartir la inauguración con toda la ciudad de Barcelona y que el proyecto de Gaudí de erigir “una Biblia de piedra” no se detenga. El acto central será la eucaristía presidida el día de la Inmaculada por el arzobispo, Juan José Omella.

“Por otro lado, queremos que esta celebración de la inauguración de la torre de la Virgen María sea de aproximación a la ciudad –prosigue Camps–. Por consiguiente, habrá una celebración central, que es el oficio y bendición de la torre a cargo del señor cardenal, pero también por la mañana y por la tarde habrá actos populares, como sardanas, bailes tradicionales, las colles de gigantes, los concursos literarios, la participación del Orfeó Català… Queremos que sea una fiesta popular, una fiesta religiosa que llegue a todos los ámbitos de la ciudad”. La programación –con conciertos, conferencias, juegos infantiles, trabucaires…– se extenderá, además, durante toda la Navidad.

Cinco todavía pendientes

La estrella, de doce puntas de acero y cristal, y más de siete metros, corona la primera de las seis torres centrales del templo que se ha logrado culminar. Aún faltarán las cuatro dedicadas a los evangelistas y la de Jesucristo, la más alta, con 173,5 metros, con una cruz de cerámica blanca y vidrio de 17 metros de remate, y a la que, además, se podrá subir. Pero eso no se sabe aún cuándo será. El Covid-19 ha hecho imposible finalizar el templo en 2026.

“Las previsiones, si no hubiera habido pandemia, eran finalizar la basílica en 2026, año en que se cumple el centenario de la defunción de Antoni Gaudí, pero lamentablemente, después de estar un año y medio, casi dos, sin visitas turísticas, que es la única fuente de ingresos que tiene el Patronato, ya no es posible. La continuidad de las obras está condicionada por la evolución de los ingresos procedentes del turismo”, admite Esteve Camps. De momento, la Fundación Junta Rectora no concretará hasta 2024 una nueva fecha de finalización del templo expiatorio de Gaudí.

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