Los agustinos recoletos han celebrado hoy los 400 años del primer capítulo general de la orden que marca el arranque de esta congregación que hoy está extendida por veinte naciones. “Es una llamada a abrir el corazón al espíritu como lo hicieron en su tiempo aquello primeros agustinos recoletos”, expuso el prior general Miguel Miró durante el acto conmemorativo celebrado esta mañana en el auditorio de la Biblioteca Nacional, donde se ubicaba el primer convento de la orden antes de la desamortización de Mendizábal.
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Con una mirada agradecida al pasado, Miró invitó a los presentes a “mirar al cielo y al horizonte del mundo y de la historia”. Con la mirada puesta a los próximos capítulos general y provincial, planteó “redescubrir el sentido propio de los capítulos como expresión de la comunión, oportunidad para la escucha, dialogo y discernimiento para tomar decisiones”.
El religioso se mostró convencido de la importancia de “vivir con fidelidad y creatividad el carisma recibido”, lo que exige “no tener miedo al proceso de transformación y revitalización”. Para ello, apeló a desarrollar, entre otros puntos, “la formación permanente y el acompañamiento que llegue al corazón e impulse la evangelización” con el fin de llevar a cabo “una vida más evangélica y evangelizadora”.
Mirar hacia adelante
Durante el acto también intervino el cardenal claretiano Aquilino Bocos, que instó a “creer y esperar” en este hito que implica “mirar hacia adelante porque es más grande la historia que tenéis por realizar”. “No es cuestión de datos, casas o hechos, es mucho más profundo lo que experimentáis y llevar: querer vivir en fraternidad y ser testimonio en medio del mundo”, les alentó a los agustinos recoletos.
Además, la Biblioteca Nacional fue el escenario para dar a conocer el nuevo tomo de la historia de la orden, elaborado por Ángel Martínez Cuesta. Enrique Gómez, que intervino en su nombre, partió de este análisis del pasado para asegurar que hoy es tiempo de “una comunidad agustiniana en salida pobre, entre y para los pobres”.
