Al padre David Jasso, secretario general adjunto del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), tras colgar los guayos (botas) de fútbol y enfundarse la sotana, tampoco le ha ido del todo mal como animador de la Primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe. Sus dotes como conductor televisivo le llevaron a conectarse durante los siete días (21-28 de noviembre) de este evento inédito, celebrado en Ciudad de México, con miles de internautas en las diversas redes sociales por las que se retransmitió, además de la emisora Radio María en español.
Más allá de esta coyuntura, Jasso fue uno de los artífices de la comunicación de esta Asamblea Eclesial desde sus comienzos en 2020. Vida Nueva pudo charlar con él.
PREGUNTA.- ¿Qué ha sentido al timonear las retransmisiones de la Asamblea Eclesial?
RESPUESTA.- Nos tocó a Mauricio López y a un servidor estar delante de la cámara, pero detrás de la conducción había muchas personas. Más de las que uno se imagina. Le doy gracias a Dios por la experiencia compartida con Mauricio López.
P.- Esta modalidad híbrida ha permitido llegar a miles de personas. ¿Cómo se tradujo ese alcance en redes sociales y medios digitales?
R.- Creo que el alcance fue positivo. Las cifras finales las conoceremos en estos días y podremos evaluarlo. Estoy seguro de que, más allá de la retransmisión en vivo, la resonancia y el compartir posterior serán muy valiosos.
P.- ¿Nos podría contar alguna anécdota surgida durante los días de Asamblea Eclesial?
R.- Ha sido muy valioso poder conocer a muchas personas con las que solo habíamos coincidido por zoom. Pensaban que yo era alto… y no lo soy; y que era flaco… y tampoco lo soy (risas).