“La mayor gracia que obtengo de la Virgen es la paz interior”. Son palabras de la famosa cantante y actriz Romina Power al semanario italiano Maria con te, en el cual ha revelado su profunda devoción a la Virgen y sobre cómo esto la ayudó encontrar la serenidad después de la desaparición de su hija Ylenia en 1994.
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“Mi familia es medio mexicana por parte de madre, por lo que, desde niña estoy acostumbrada a ver a la Virgen como a la Virgen de Guadalupe, a quien mi familia es devota”, explica Power, y añade que, cuando visita a su familia en el país americano, “siempre vamos al santuario de Nuestra Señora de Guadalupe”.
Paz y serenidad
La devoción que se mantuvo constante durante toda su vida, pero se intensificó tras la desaparición de su hija Ylenia. “Estaba perdida y no pude encontrar respuestas completas de en ningún lugar. Ni siquiera podía dormir. Así que entré un monasterio en Nueva Orleans y les pregunté si tenían un rosario. Me señalaron una gran pila de rosarios de plástico de colores y elegí uno. Recitándolo, finalmente encontré una paz que me permitió dormir, además de saber que, al final, todo estará bien. Que el bien vence al mal. Siempre”, ha asegurado la artista.
Además de cantar y actuar, Romina Power ha centrado su arte, en los últimos años, en la pintura. “He pintado muchas Vírgenes. Hubo un tiempo en que solo la pintaba a ella”, afirma, “quizás por esa sensación de paz y serenidad que infunde”.