El Partido Pirata de Austria ha denunciado al papa Francisco y, en general, a la Iglesia Católica, ante el Fiscal de Viena. El motivo, la postura de la Iglesia ante la homosexualidad. “Referirse a la homosexualidad como una forma de vida ‘incorrecta’ y ‘pecaminosa’ viola la dignidad humana en nuestra opinión porque retrata a los homosexuales como inferiores y les niega su derecho a vivir como ciudadanos de igual valor”, dijo el miércoles un comunicado recogido por Katholisch el portavoz del partido, Peter Postmann.
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Asimismo, Postmann subrayó que la organización política entiende la llamada papal a “comprender la voluntad de Dios, a cumplirla por completo y a dejarse cambiar por su plan de amor” como una “llamada a la violencia, porque exige terapias de conversión”.
Respuesta de Doctrina de la Fe
En concreto, el partido había pedido a la Oficina de Cultura, que forma parte de la Cancillería Federal de Austria, que examinara la compatibilidad con la ley austriaca de las declaraciones recogidas en la respuesta de la Congregación para la Doctrina de la Fe, publicada por la Oficina de Prensa del Vaticano el 15 de marzo, a la pregunta sobre si tiene la Iglesia autoridad para bendecir uniones de personas del mismo sexo, y ante la cual la Congregación respondió con un “no”.
“Nos preocupa el diálogo y la prueba de la compatibilidad de los dogmas en parte medievales con una sociedad moderna”, ha subrayado el Partido Pirata, quien ha reconocido que “las numerosas banderas del arco iris en las iglesias y parroquias, que, a pesar de la prohibición, han bendecido a las parejas homosexuales y trabajado activamente en una sociedad inclusiva, son un signo fuerte, valiente y claro al que damos la bienvenida”.
